- Ayudar con solo una mano
Carl Manley es un joven como muchos hay en el mundo, pero un día un simple acto de nobleza, cambio su mundo. «Hace un par de meses, una señora mayor me pidió acompañarla a su casa porque tenía miedo de resbalar con el hielo. Nos hemos convertido en amigos y ahora caminamos juntos hasta su casa casi todos los días.» cuenta Carl, un humilde ejemplo que nos enseña a que siempre podemos ayudar.