5. Los niños judíos bautizados
La historia cataloga al Papa Pio XII como colaborador nazi debido al silencio que otorgó respecto al Holocausto y las políticas fascistas de la Segunda Guerra Mundial, aunque la iglesia como tal si tomo acciones, enviando a niños con certificados falsos de bautizo que los acreditaban como católicos, salvando su vida.
Pero, cuando terminó la guerra, la iglesia católica prohibió a sus representantes el regreso de los niños con sus familias supervivientes, bajo el argumento de; “los niños que habían sido bautizados no debían confiarse a ninguna institución que no garantizara su crecimiento católico”.
A pesar de eso, algunos católicos franceses desobedecieron la orden y devolvieron a los niños judíos.