7. “Venus del espejo”- Diego Velásquez, 1647
A pesar de ser una obra especialmente hermosa, ningún museo, hotel o cualquier otro recinto acepta quedarse con ella. Y la razón es que todos los dueños de “La Venus del espejo” han tenido, se han enfermado repentinamente hasta que mueren o fueron asesinados. También hay algunos que aseguran que que un trabajador de un museo intentó romper el cuadro con una navaja, pero éste nunca se rasgó.