4. Armin Meiwes
En el 2001, en Alemania, fue nombrado como “el caníbal de Rotemburgo” solicitó a una persona que quisiera ser devorada y sí increíblemente hubo un voluntario, Bern Jürgen Brandes, respondió ansioso para ser comido. Ambos se dieron cita, Meiwes le amputó los genitales y los dos comieron de allí, luego lo mató, descuartizó e ingirió un poco cada día. Fue capturado cuando comenzó a buscar otro voluntario, y luego de un polémico juicio, fue sentenciado a cadena perpetua.