7. Ronquidos
En caso de que sufras de ronquidos no duermas de espaldas, en esta postura los tejidos suaves de la garganta “cuelgan” creando un obstáculo para el flujo de aire. Presta atención a la almohada, dado que, una almohada demasiado suave hace que tu cabeza vaya hacia atrás y los ronquidos se vuelven más fuertes.