Es probablemente que ya has escuchado más de alguna vez que si no comes tu desayuno o no duermes los suficiente, tu metabolismo se ve afectado, por lo que no debes olvidar, deayuna apropiadamente y duerme bien, son dos cosas muy placenteras que pueden mejorar enormemente la calidad de tu salud.
Pero así también, hay otros hábitos que son bastante comunes en tu vida cotidiana, que puedes cambiar para mejorar esa capacidad de tu organismo para quemar calorías y aprovechar los nutrientes de mejor manera.
Hoy te las enseñamos, para que te levantes de tu silla y te pongas a hacer algo por tu salud, pues si sientes que has subido de peso muy de repente, puede que estés cometiendo uno de los siguientes errores, ¡o todos!
1. No comes frecuentemente
Lo primero es entender que tu cuerpo, es más inteligente que tú y reacciona ante los estímulos con el fin de poder hacer que sobreviva a toda costa. La comida es el único combustible para que nuestro cuerpo funcione y está acostumbrado a recibir comida cada cierto tiempo, por lo que se prepara para trabajar, sin embargo al sentir que cada vez recibe menos comida, comienza a trabajar menos, para así asegurarse de tu supervivencia.
2. Le hace falta agua
En la escuela a todos nos enseñaron que al menos un 75% de nuestro cuerpo, es agua. Beber la cantidad suficiente, ayuda a controlar y mantener nuestro metabolismo, manteniéndolo en un funcionamiento óptimo.
Si bebes menos agua, tu cuerpo puede quemar hasta un 2% de las calorías que quemaría si tuviera las cantidades suficientes de agua. Si no te gusta el agua, intenta beber té verde, por ejemplo, pues es excelente para ayudarte a quemar calorías y a balancear un poco tus niveles de agua.
3. Sueles evitar los lácteos
Los lácteos contienen nutrientes que son integrales, tanto para la quema de calorías como en la formación de los músculos. En caso de las personas con intolerancia a la lactosa, debes buscar productos que contengan ácido linoleico, proteínas como la caseía y calcio. Este último, es de vital importancia para la regulación del metabolismo, ayudando a las células a cumplir su función de manera más rápida.
4. No realizas ninguna actividad física rutinaria
Diseñar una rutina, aunque simple pero bien ejecutada, es indispensable para acelerar tu metabolismo. Además, ayuda al desarrollo muscular, lo que también es beneficioso al organismo.
5. No sales en toda la mañana
No solo hablamos de no saltarte el desayuno, sino que de quedarte en casa la mañana entera. El boicot al sol matutino es lo peor que le puedes hacer a tu cuerpo. Los rayos de sol, ayudan a regular tu ritmo cardíaco y esto claro está que es muy importante para nuestro cuerpo.
También, afecta la calidad de nuestro sueño y en la forma en la que nuestro organismo recibe y aprovecha las comidas. Es básicamente, la vitamina D la que da marcha a todo nuestro metabolismo.
6. Excluyes el almidón
Las dietas que limitan la ingesta de almidón, son más perjudiciales de lo que imaginas. Cuando realizas actividad física, tu cuerpo necesita glucógeno, el que se encuentra en los depósitos de almidón de tu cuerpo. Si no comes nada de almidón, el glucógeno no se puede renovar y sentirás que tu cuerpo estará muy cansado constantemente.
7. No sabes en qué consiste un refrigerio
Si piensas que comer un refrigerio, significa comer galletas, botanas, yogurt con azúcar, es momento de que dejes de pensar en esa definición. Un refrigerio consiste en evitar todos los azúcares, prefiere comer un puñado de nueces, semillas de girasol, ajonjolí, o atún y salmón, en vez galletitas y pronto sentirás como tu metabolismo anda mejor.
8. Demasiado calor
Hay que mencionar que nuestro cuerpo trabaja por sí solo en bajas temperaturas. Esto no significa que debes estar siempre muerto de frío o que duermas sin cobijas durante el invierno, pero la idea es crear una atmósfera fresca, sobre todo en el cuarto en el que duermes.
9. Usas sal de mar
La sal de mar, es una popular alternativa a la sal yodada común. Sin embargo, es no siempre es tan bueno ya que la falta de yodo suele ser perjudicial para nuestro cuerpo, este apoya la función de activar la tiroides, el centro de todo nuestro metabolismo.
Si no quieres regresar a la sal de mesa, debes intentar de suplantar el yodo de otro forma, como con productos marinos, pescados, mariscos y huevo.
10. Comes demasiados productos no orgánicos
En los pesticidas, hay muchos químicos que evitan que el organismo libere energía por lo que se recomienda comer cosas lo más orgánicas posible, pero si hay un exceso de ellos, nuestro metabolismo no trabajará como se debe.
Lo que se recomienda, es que nuestras frutas y verduras sean todas orgánicas.
11. Falta de hierro
El hierro, es el encargado de transportar el oxígeno a nuestros músculos, por lo que la falta de este, hace que no llegue el suficiente oxígenos a nuestro cuerpo, por lo que nuestra energía también se ve afectada.
Consume constantemente, productos con hierro como las legumbres y verduras de hojas verdes.
12. Demasiado estrés en tu vida
Ni si quiera nuestro propio metabolismo puede hacer que controlemos el estrés. Las personas que viven nerviosas y tensas, pueden quemar hasta 100 calorías menos que una persona tranquila.
Y esto es lo que el estrés implica: prefieres comida rápida y depresión. Lo mejor es intentar relajarse e incluso, asistir a cursos de yoga, si puedes,
Espero que esta información te sea muy útil, no olvides compartirla.