Nadie es perfecto por lo que somos propensos a cometer errores y más que uno, y también habrán personas que estén criticándonos por cualquier cosa que hagamos. No podemos evitar ser juzgados, pero podemos aprender a manejar esa situaciones y aprovechar las críticas, convertirlas en “críticas constructivas”.
A continuación te mostraremos cómo reaccionar frente a las críticas sin sentirte atacado y tampoco comenzar una discusión con la persona que te criticó. De esta manera, podrás tener más control sobre situaciones que pueden molestarte demasiado y pasar de la molestia a la indiferencia.
Dile: “¡Sí!”
Cuando escuchas críticas dirigidas a ti, lo primero que debes hacer es dominar tus emociones y aceptar que las otras personas tienen derecho a tener su propia opinión.
Si alguien te dice cara a cara qué es lo que no le gusta de ti, quiere decir que tiene intenciones de dialogar y que le importas. Esta conducta expresa mucho más interés que el silencio y los elogios.
Intenta ponerte en el lugar de tu interlocutor y aceptar lo que te dice. Porque cuando alguien critica a alguien, espera que le contesten con lo mismo, así somos. Pero cuando en vez de una resistencia tensa escuchas un “gracias“, la situación se vuelve una”confusión positiva“.
Al contestarle a una crítica “sí”, estamos dispuestos a averiguar qué fue lo que sucedió e iniciar un auténtico diálogo.
“Pero…”
No siempre la crítica coincide con nuestra percepción de lo ocurrido. Por lo tanto, es importante expresar nuestra posición. Pero debe ser una información objetiva, no un intento de justificarse. Así, nuestro interlocutor verá que estamos tratando de entender lo sucedido.
En realidad, la gente está dispuesta a aceptar muchas cosas si les explicas los motivos con respeto. Esto les permite ver la situación desde otro ángulo y tomar en cuenta nuestra opinión.
“Nuestro “pero” nos ayuda a no rebajarnos hasta llegar a los insultos”. Incluso aceptando el derecho de tu interlocutor a expresar su crítica, no estamos obligados a tomarla en serio si no nos parece justificada.
“Vamos a…”
Después de haber escuchado la crítica y haber expresado nuestra postura con buenos argumentos, es importante intentar tomar una decisión en conjunto. Para que la persona se dé cuenta de que “estamos en el mismo equipo”, hay que utilizar frases concretas y constructivas.
Si contestamos a una crítica en esta secuencia: “Sí, pero vamos a…”, la retroalimentación negativa trabaja para nosotros y nos ayuda a descubrir muchas cosas nuevas y corregir lo que no estamos haciendo bien en el trabajo, y también nos ayuda a mejorar la relación con esta persona.
Derecho a cometer errores
Por supuesto que escuchar críticas no es fácil, y aún más difícil es hacerlo sacando provecho para ti mismo.
Algunas personas toman la crítica más pequeña como un motivo para romper la relación, y cualquier cosa negativa por parte de otro como una ofensa. Pero cuanto más desarrollada esté la persona, más acepta la existencia de todo tipo de opiniones acerca de sí misma y su oficio. Entiende que puede equivocarse y que no todos tienen que opinar igual que él o ella.
Al aceptar el derecho a cometer errores, no gastamos energía para ocultarlo de nosotros mismos y de los demás. Y cuanto menos tememos equivocarnos, menos tensión sentimos, y más posibilidades de triunfar tenemos.
Si estamos abiertos a una crítica, aumentamos el círculo de información útil y el círculo de personas de las que proviene, por lo tanto, también tus oportunidades de seguir adelante y evolucionar.
¿Estás de acuerdo con estas frases?