El don de ser madre no es una tarea fácil, lleva consigo muchas responsabilidades y enormes recompensas, por eso, cada una de las mujeres que llevan esa marca son dignas siempre de admiración.
La cesárea tiene etapas que son difíciles de sobrellevar y solo una mujer es capaz de sobrellevarlo de un modo tan heroico como admirable.
1. Son guerreras ante posibles consecuencias de una intervención quirúrgica
Se trata de una operación, que aunque es habitual no deja de conllevar los riesgos que cualquier operación tiene.
En este tipo de cirugía la paciente generalmente se encuentra sola, con pocas posibilidades de recibir apoyo.
Y vale destacar, que no hay mejor batalla que eta donde el miedo y la soledad, luchan con la voluntad incondicional y el amor de recibir a un hermoso bebé, una nueva vida.
2. Hasta que no salen del quirófano, ignoran si todo esta bien o no
El riesgo no solo se mide después de tener el bebé sino, como en toda cirugía, hasta que el paciente no sale de quirófano y despierta de la anestesia no se puede determinar el éxito de la misma.
Además hay un detalle valioso, que muy pocos saben, y es que, durante toda la intervención la madre esta consciente, no siente dolor, pero sí todo el movimiento en su interior. es una sensación desagradable e invasiva y dado su desconocimiento puede llegar a ser traumática. Aún así llevan la cabeza bien en alto porque se sabe que la recompensa es enorme.
3. Sortean su operación post cesárea como reales heroínas
En el momento de nacimiento de un hijo, la vida de la madre gira alrededor de él y acuden sin dudar ante todas las demandas. imaginen todo el dolor mezclado con la logística y adaptación de un nuevo período de la vida.
Esto las hace aún más fuertes, y cruzan umbrales de dolor que nadie podría soportar, dada su fuerza interior que solo es comparable a la de otra madre.
Y a pesar de atravesar todo esto, lo hacen con una gran sonrisa y con todo el amor del mundo, hacen que cada minuto de insomnio, cada pañal que cambiar se nutre ante sostener esa manito pequeña que necesita de ella y le agradece con una sonrisa.
Así que, no cabe más que decir, que admiramos a cada madre, sobre todo a las que están marcadas con esa cicatriz que les permite recordar siempre de que están hechas, y deben mostrarlas como una hermosa marca y un privilegio.
¿Qué te parece estas razones?
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