El pasado domingo 28, sin duda fue una noche especial para todos, ya que la gran mayoría esperábamos expectantes lo que sería una gran premiación de la academia a lo mejor del séptimo arte.
Así fue como Leonardo Di Caprio, el actor, quien a sus 41 años no había podido conseguir la tan anhelada estatuilla dorada, fue merecedor del reconocimiento, llevándose el premio por su actuación en “El Renacido” (The Revenant) película dirigida por el mexicano Alejandro González.
Recordemos que Leo ha sido nominado en 5 oportunidades. A continuación te recordamos las películas en las que todos pensamos que obtendría su ansiada estatuilla.
- ¿Quién Ama a Gilbert Grape? (1993)
Película en la cual encarna a un chico con autismo. Con solo 19 años, esta película le hizo ser nominado por primera vez a la premiación de la Academia.
- El aviador (2004)
11 años después de su primera nominación, Di Caprio protagonizó esta película, dando vida a Howard Hughes, pionero en la aviación. Merecedor de la segunda nominación, no pudo quedarse con el trofeo, sin embargo recibió el Globo de Oro (Golden Globe) al mejor actor.
- Diamante de Sangre (2006)
En esta película de acción, Leonardo interpreta a un contrabandista de Rodesia, quien participara en la guerra civil en Sierra Leona. A sus 32 años, fue nominado por tercera vez, no pudiendo recibirla, nuevamente.
- El Lobo de Wall Street (2013)
Con su actuación como Jordan Belfort, un excéntrico quien se vuelve millonario y vive una vida de excesos, Di Caprio obtuvo la cuarta nominación. En este momento fue cuando el mundo entero se llenó de quejas y reclamos, puesto que Leo merecía el premio.
- El Renacido (2016)
Di Caprio encarna al legendario Hugh Glass, un explorador que tiene que vivir más de una adversidad en su camino por conquistar tierra inexplorada de América.
Sin duda, en esta película Leo fue sacado de su estado de confort y puesto en situaciones climáticas extremas, pero fue eso mismo que a sus 41 años pudo obtener el esperado premio de la Academia.
No alegramos por este deseo obtenido, que también nos enseña que no hay que rendirse nunca, sino que hay que seguir mejorando.
¡Felicidades, Leito!
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