Todos deberíamos tener la oportunidad de cumplir nuestro último deseo antes de morir. Hay personas que les gustaría conocer algún ídolo, una ciudad, despedirse de quienes ama y lo han amado durante muchos años, o ver por última vez ese paisaje que marcaron los momentos felices de su vida. Para eso fue creada la Fundación Ambulancia Wish, cuya labor social es hacer realidad la infinidad de deseos de muchos pacientes terminales alrededor del mundo.
Esta entidad ha podido cumplir deseos que van desde un placer cotidiano como una cena, un paseo hasta viajes, y algunos un poco más complejos.
A continuación te presentamos 7 de esas personas que pudo ver realizado su último deseo, antes que pasaran al descanso eterno, sus historias te conmoverán.
Esta mujer de 110 años de edad pudo cumplir su deseo de montar un caballo. Su felicidad pudo ser completa al estar rodeada de las personas que la aman.
-
Publicidad
Najda, un joven Rumano, solo quería pasar sus últimos días en su casa con su familia. Su diagnóstico terminal decía que el chico solo duraría 3 días con vida, pero al llegar a su hogar duró casi 3 semanas más de lo pronosticado.
Esta mujer de 27 años, quería pasar sus últimos momentos disfrutando a su hijo y esposo, ya que su cáncer intestinal no le permitiría verles por mucho más.
Reigen Drayer era un amante del arte, quien a sus 78 años solo quería poder admirar las obras de su pintor favorito Rembrant. El paciente pudo ver por el mismo las más de 100 obras del artista.
La señora Oldman era una fiel seguidora del cantante Lionel Richie. Producto de su cáncer terminal no podía asistir a las presentaciones del cantante, pero mejor que eso, pudo conocerlo en persona, volviendo su sueño realidad.
Mario Stefanuto era un marino retirado quien debía ser trasladado de un hospital a otro. Producto de que no había espacio disponible, no podían recibirlo inmediatamente en el hospital que era su destino, por lo que debían retrasarse un par de horas. En ese momento, Mario le comentó al conductor de la ambulancia que no quería seguir en esa camilla donde había estado los últimos meses, por lo que le preguntaron dónde quería ir. El hombre pidió que lo llevaran al canal Vlaardingen, para poder disfrutar del mar.
Así pasaron una agradable tarde de paseo por el malecón. Al ver su emoción, Veldboer, el conductor, preguntó si le gustaría navegar una última vez y sin titubeo, Mario respondió que por supuesto.
Al día siguiente, Veldboer sorpredió a Mario, quien ya se encontraba en el hospital, con un arreglo para que Mario disfrutara de un paseo por el mar.
“Estoy muy agradecido que todavía hay personas a quienes les importan los demás. Les puedo asegurar que un gesto de esta magnitud alivia el corazón de cualquiera” Le escribió Mario a Veldboer en forma de agradecimiento.
Este joven es Mario, quien trabajó por 28 años en el zoológico de Rotterdam, limpiando las jaulas de los animales. Su último deseo fue visitar el lugar donde había pasado gran parte de su vida, y poder despedirse de sus amigo animales, quienes día a día lo alegraban. En eso estaban, cuando una de las jirafas lo reconoció y le dio un cariñoso lengüetazo como muestra de amor.
Lindas historias, que esperemos se sigan repitiendo y llenando los corazones de aquellos quienes no durarán mucho más tiempo en esta tierra.
¿Si fuera tu caso, cuál sería tu último deseo? Comparte.