Cambiar a tu bebé en un mudador público, es una tarea no muy grata, considerando que muchas veces no hay aire acondicionado, y no sabes qué bacterias y virus pueden haber en el cambiador, puesto que muchas personas lo han usado antes que tu.
Hayley Turner es una madre inglesa que el pasado 18 de marzo tuvo que utilizar uno de estos cambiadores públicos en Oxfordshire. Apenas recostó al bebé en el mudador, éste se puso a gritar y a llorar . La sorprendida mamá sorprendida y extrañada, siguió con su cometido lo más rápido que pudo y al levantar al bebé descubrió que su pequeño tenia el cuerpo pinchado por chinchetas que habían sido puestas a propósito debajo del cambiador, como una horrible “broma”.
Muy enojada, Hayley decidió denunciar lo ocurrido mediante su cuenta personal de Facebook. Para su no grata sorpresa, descubrió que no había sido un caso aislado, ya que otras mamás comentaron que sus bebés también habían sido víctimas de ese mismo actuar malvado.
Su comentario en la red social, a modo de advertencia resultó ser compartido mas de 100 mil veces.
“Normalmente no publico cosas como esta, pero imagino que si me pasó a mi también le puede pasar a otro, así que quiero difundir estas palabras de advertencia para evitar que pase en un futuro…
Hoy cambié los pañales de Samuel en un cambiador público, en un lugar que confío es seguro. Cuando le acosté gritó. No le hice caso pensando que estaba cansado, que tenía frío, así que le cambié lo más rápido que pude, le abracé y traté de calmarle. Resulta que algún desgraciado pensó que sería “divertido” colocar unas chinchetas bajo el cambiador. ¡¡¡Nuestro pobre bebé se recostó sobre chinchetas!!!! Y porque no es lo suficientemente grande para decirme que dolía, ahora parece un cojín para chinchetas. ¡Tiene 5 agujeros en total! Enojada no alcanza a cubrir lo que siento. Es un poco triste pensar que hay que hacerlo pero les advierto: “¡Revisen sus cambiadores!”.
Compartan esta horrible historia y así adviertan a sus amigos que son padres. Es importante revisar el lugar antes de poner ahí a nuestros hijos.