Las realidades en cada persona son distintas y complejas. Todos tenemos problemas y beneficios diferentes, teniendo que aprender a ser felices con lo poco que tenemos, sin importar si es mucho o poco.
La australiana Nima Raoofi quiso reflejar eso en su cortometraje “mis zapatos”, mostrando que no podemos conformarnos y ser felices con lo que tenemos. La historia narra dos niños de distintas clases sociales, uno es pobre y triste por tener ropa andrajosa y sus zapatos rotos. Cuando conoce a un niño sentado en la banca en un parque, quien tiene toda la ropa que él desea y unas zapatillas nuevas.
Sentado bajo un árbol, el niño desea la poder cambiar de vida con el niño pudiente sentado en la banca, hasta que se le da la oportunidad de hacerlo.
Sin embargo, las apariencias muchas veces engañan, y lo que vemos brillando no siempre es oro. El final del corto toma un giro radical, enseñándonos a disfrutar lo que tenemos.
¿Qué te pareció este cortometraje? Comparte esta bella lección con tus amigos.