Crystal es una mujer de 52 años, quien adora a su única hija y desea que sea feliz como muchas otras madres que aman a sus hijos. Ella no soportaba ver a su hija sufriendo, eso la llevó a tomar un importante decisión.
Todo comenzó en el momento que Kendra, hija de Crystal, y su esposo Aaron decidieran que había llegado el momento de ser padres. Intentaron todo lo que pudieron sin tener éxito. Pagaron por varios tratamientos de fertilidad y nada parecía tener el resultado esperado.
Cuando ya estaban dándose por vencidos, sin poder soportar la tristeza de su hija, Crystal salió al rescate y se ofreció como vientre sustituto para llevar consigo el bebé de su hija y yerno, sin importar su avanzada edad si lo que significaba dar a luz, después de tantos años.
Con la ayuda de una fecundación in vitro, la mujer de 52 años pudo gestar no uno, sino dos bebés, los cuales fueron fecundados con los óvulos de Kendra y el esperma de Aaron. La fertilización resultó exitosa, por lo que fue posible que ambos óvulos fueran fecundados y pudieran tener gemelos.
Crystal, además de ir a vivir junto a su hija y su yerno a Arizona (muy lejos de su casa en Michigan), tuvo que ser inyectada cada cierto tiempo con hormonas, además de realizarse una ecografía semanal, donde revisaban el estado de los pequeños en su vientre.
Todo iba a la perfección, hasta que Crystal comenzó a sentir un sangrado que causó, no solo su preocupación, sino la de los futuros padres. Creyendo que estaba teniendo un aborto involuntario, se dirigió rápidamente donde su ginecóloga para ver que andaba mal. Para alivio de toda la familia, fue solo un sangrado propio, el cual pudieron descartar alguna anomalía, después de una ecografía.
Después de largas 37 semanas, sonde los bebés crecían en el vientre de Crystal, los gemelos Domenic y Mia quisieron nacer. Y así, mediante un parto programado, Kendra y Aaron pudieron ser padres de dos pequeños bebés.
Pero como no todo podía ser felicidad, Crystal tuvo una subida de presión arterial después del parto, lo que la dejó al borde de la muerte, pero el rápido actuar de los médicos y todo el amor de la familia, la mantuvieron con vida.
Hoy, los gemelos gestados en el vientre de su abuela tienen ya 6 años, en los que han llenado de amor, tanto a sus padres como a su abuela. “Son un milagro” declara Crystal,
Sin duda esto es una muestra del amor que esta dispuesto a dar una madre, con tal de ver feliz a su hijo/a.
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