Si te dijeran que solo vas a vivir un par de meses más ¿qué harías?. Probablemente te dedicarías a hacer lo que mas amas y rodearte tu familia y amigos cercanos para disfrutar de su compañía. A esa lista de cosas que deseas hacer antes de morir se le llama “bucket list” y no es exclusivamente una lista para humanos…
Esta Golden Retriever es Lily. Esta perrita fue adoptada por Corryn y Alex Martin cuando tenía un par de meses de vida, el problema fue que solo a los 3 meses humanos de vida, esta perrita comenzó con complicaciones de salud, por lo que tuvieron que llevarla con un veterinario para saber qué andaba mal con Lily.
El veterinario, luego de exámenes, diagnosticó una displasia renal multiquística, es decir, Lily alojaba muchos quistes en sus riñones, los que habrían aparecido durante el desarrollo dentro del vientre. Este desorden, lamentablemente no tiene tratamiento y solo le esperaba la muerte.
El veterinario les recomendó a Corryn y Alex que sus opciones eran o bien devolverla al cuidador a quien le habian pagado por adoptar a Lily, o bien ponerle fin a su sufrimiento mediante eutanasia, pero ellos eligieron una opción un poco más valiente.
“Aplicar eutanasia en ella nunca fue una opción para nosotros. Ella es como nuestra bebé, así que comenzamos a elaborar un plan” Cuenta Corryn.
El plan de la pareja contemplaba muchas entrevistas con expertos, investigaciones de la enfermedad y crear una “bucket list” que ayudaría a Lily a vivir su vida al máximo, por más corta que fuera.
Así descubrieron que al ser un perro Hawaiano, muchas de las actividades incluidas en su “bucket list” eran divertidas actividades en la playa, como nadar en el océano, un relajo en la arena, paseos en botes y disfrutar del sol. ¡Hasta probar el cappuccino de Starbucks!
La familia continúa incluyendo nuevas y divertidas actividades a la “bucket list” de Lily, como ser entrenada como un perro terapia para niños que estén bajo quimioterapias, para que ayude a otros hasta el último de sus días.
Pese a que Corryn y Alex fueron advertidos que Lily solo viviría un par de meses, esos se han vuelto años en los que ha podido realizar más y más actividades de su lista y de acuerdo a Corryn: “nos ha sorprendido a todos y ha mantenido sus números hasta ahora. De hecho, ella lo esta haciendo súper bien. Su nivel de energía anda bien, esta comiendo bien y es muy feliz”
Lily recibe acupuntura y masajes nocturnos para estimular su riñón. Pese a esto, continúa siendo una perrita feliz que disfruta perseguir las olas y sentir el viento en su cabello.
Sin duda, Lily fue muy afortunada en tener a esos humanos, y los humanos afortunados de tenerla a ella. Si quieres seguir las aventuras de Lily, puedes visitar su cuenta de Instagram, y disfrutas de sus nuevas actividades.
¿Qué te parece la historia de esta perrita? ¿qué harías tu en la posición de Corryn y Alex? Comparte esta historia con tus amigos