Poppy-Mai Barnard es una pequeña de un año de vida de Thetford, Nofolk. Fue diagnosticada con un tumor cerebral, enfermedad letal, por lo que los médicos le dieron solo dos días de vida.
Al principio, Poppy-Mai comenzó a dejar de recibir alimentos y mostrarse constipada, los padres la llevaron al médico pensando que solo sería un resfrió común, o eran síntomas obvios de la etapa donde aparecen los primeros dientes. Sin embargo lo síntomas comenzaron a agudizarse. Al llegar a la consulta pediátrica, el doctor encargado tuvo que estabilizar a la menor. Luego de un par de exámenes, le tuvieron que realizar un ultrasonido, el cual reveló una masa en su estómago, el que parecía ser cáncer.
Posterior a ese horrible diagnostico, una tomografía computarizada reveló que la masa se había extendido a los riñones y ramificado a los pulmones. Pese a los resultados médicos, la pareja de padres aún estaba esperanzada que los tratamientos podrían curar su cáncer o disminuir las masas alojadas en el pequeño cuerpo de Poppy, pero el cáncer que afectó el cuerpo de la menor era de un tipo muy raro, el cual avanzó muy rápido.
Incluso cuando las probabilidades fueran diminutas, la pareja se negaba a bajar los brazos, por lo que la sometieron a quimioterapias, hasta que el 16 de marzo, un tumor fue encontrado en su cabeza, justo encima de sus ojos, lo que lo hacían inoperable. Los doctores dijeron que solo viviría dos días y quizá la quimioterapia le daría un par de semana, pero los padres se negaron a verla sufrir con los efectos secundarios, sabiendo que no habría forma de salvarla.
En vez de llevarla directamente a casa, los padres decidieron hacerle una fiesta de “bodas” por lo que hicieron un matrimonio donde Poppy-Mai se casó con su padre en una ceremonia arreglada por sus familiares, luego de que su padre le hubiera prometido una gran boda cuando fuera mayor.
No hubo persona que no se emocionara de ver a la pequeña en su vestido de boda. Así tuvo una bella celebración con sus amigos, hermanos y familia.
Luego de su celebración, los días siguieron y el estado de la pequeña comenzó a mejorar, permitiéndole a sus padres crear más bellos recuerdos junto a su pequeña.
Los padres comenzaron a publicar su aventura en una pagina de facebook, donde fueron seguidos por más de 30nil personas, recibiendo regalos de diferentes partes del mundo.
“La amabilidad de la gente ha sido extraordinaria, llevaron a Poppy-Mai en sus corazones y saber que fue amada nos hace sentir orgullo” Comenta Andy.
La pequeña murió en los brazos de su padre, en su hogar a las 1:16 pm del 4 de mayo, mientras su madre acariciaba su cabello, convirtiéndose en su ángel de la guarda.
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