En las montañas al norte de Japón fue perdido el pequeño Yamato Tanooka, luego que sus padres lo abandonaran el pasado sábado 28 de mayo en Nanae, Hokkaido, una isla donde sus bosques suelen ser hogar de osos salvajes.
Los padres del menor, dieron el aviso de pérdida a la policía diciendo que el pequeño se había extraviado, mientras la familia paseaba por el área en busca de frutos, pero luego admitieron que habrían mentido sobre la desaparición del menor, ya que la verdadera razón era que ellos habrían dejado a Yamato por su cuenta como un castigo porque el menor habría estado lanzando piedras a los autos que pasaban por una carretera cercana.
El padre, Takayuki de 44 años, contó que habrían caminado cerca de 500 metros lejos del menor, cuando decidieron regresar a buscarlo, pero él ya no estaba ahí.
De inmediato comenzaron un amplio operativo en la búsqueda del menor, puesto que su vida estaba en peligro. En el operativo se movilizaron las fuerzas militares, rescatistas y policías quienes buscaron entre el denso bosque.
Así permaneció la incertidumbre durante cerca de 6 días, hasta que fue encontrado vivo, el jueves pasado, en una vieja base de entrenamiento militar desocupado, a 3 millas de donde había sido abandonado por sus padres. El niño mostraba un claro estado de agotamiento y deshidratación. El pequeño se refugió del frio, durmiendo entre dos colchonetas que se encontraban en el lugar y bebió agua de un grifo que se encontraba fuera de la construcción.
Al momento de encontrarlo, el pequeño solo fue capaz de decir “Tengo hambre”, mientras olfateaba a los rescatistas por unas bolas de arroz y pan, que llevaban consigo. El menor fue llevado al hospital, donde se descartó heridas ni daños mayores en la salud del pequeño.
“Él (niño) tuvo una actitud muy positiva” mencionó Daijiro Hashimoto, el ex gobernador, quien participó en la búsqueda del menor, quien además mencionó que el menor no se dio cuenta de su abandono, puesto que imaginó estar en una aventura, escondiéndose en un campamento secreto.
“Lo siento mucho por haberle causado tal dolor” fueron las palabras del padre, a quien la policía denunciar bajo el cargo de negligencia parental.
Sin duda, la lección fue para los padres, quienes castigaron al menor, más que para el pequeño.
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