Unos navegantes cuentan que mientras estaban en su balsa vieron algo que les pareció extraño y parecía acercarse como en busca de ayuda. Cuando lograron identificar estando más cerca, se quedaron con la boca abierta, sabían que no podían perder más tiempo y se pusieron “manos a la obra”
La cosa que flotaba, resulto ser una tortuga marina que se había enredado en el cuello y las aletas en una red de pescar, era imposible definir cuanto tiempo habría pasado allí pero de lo que estaban seguros es que debían resolver rápido antes de un resultado fatal.
Muchas veces no somos conscientes del impacto que nuestros actos causan al medio ambiente, cada acción que hacemos tiene un impacto en él y si fuésemos más medidos de seguro que ayudaríamos muchísimo y no solo en la vida de los animales sino también en las plantas y en nuestro mundo.
Ser más conscientes de no arrojar residuos en las playas ya es un hecho que ayudaría a miles de animales que diariamente quedan atrapados y pierden sus vidas intentando salir de ellos, pero que desafortunadamente no tienen tanta suerte como esta tortuga.
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