La familia estadounidense Natall vive en Glendale, ellos son prácticamente una familia normal. La pareja se quiere con locura y adoran a su hijo Lucas que tiene 7 años. siempre andan felices. Sin embargo, viven bajo una amenaza invisible.
Lucas padece de una enfermedad desde que era pequeño, sufre de diabetes tipo 1, sus padres son los encargados de controlar su nivel de azúcar a cada instante. Si sus niveles se mueven más allá de unos parámetros las consecuencias serían fatales para el.
Los padres de Lucas son muy dedicados y siempre están pendientes de él midiéndole sus niveles, pero en una oportunidad solo pudieron evitar la tragedia gracias a su perro Jedi.
Una noche mientras todos dormían Jedi notó algo muy extraño en Lucas y corrió rápidamente hacia la habitación de sus padres y los despertó rápidamente. Jedi estaba muy alterado y la pareja decidió seguirlo para ver lo que ocurría.
Cuando llegaron su hijo estaba durmiendo plácidamente y aparentemente nada malo ocurría, pero los padres siempre muy cautos decidieron chequear los niveles en la sangre del niño.
Una vez que obtuvieron los resultados casi se desmayan, su nivel de azúcar estaba muy por debajo de lo correcto y a Lucas se le inyectó rápidamente, volviendo a su estado de normalidad. Asombrosamente sino hubiese sido por Jedi, este niño probablemente no hubiese despertado.
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