Lamentablemente alrededor del mundo ya es común el maltrato a los animales que se encuentran fuera de su hábitat natural, estos son robados de su hábitat natural o criados en cautiverio y no se le dan los cuidados o tratamiento especial que ellos necesitan.
Este es el caso de Aasha, una tigresa de bengala que estuvo en manos de un circo ambulante hasta que tuvo 9 meses de edad. Ella fue rescatada por el departamento de Agricultura de Estados Unidos y entregada a Vicky Keahey, quien actualmente es la fundadora del refugio para animales salvajes In- Sinc Exotics, que se encuentra en Texas.
Una de las cosas que más llamaba la atención era el bajo peso de Aasha, su pronóstico no era alentador, venia de un circo luego de compartir la jaula con un tigre más grande que ella y que la agredía continuamente.
Con sus 9 meses solo pesaba 13 kilos lo que correspondía a un tigre de una edad de 3 meses, tenia varias manchas en su piel y estaba expuesta a heridas causadas por su compañero anterior.
Los exámenes veterinarios revelaron que la pérdida de pelo se debía a que Aasha padecía de Tiña, una enfermedad causada por la presencia de parásitos en la piel. Para curar este padecimiento, Vicky debía tenerle un cuidado especial y darle medicamentos dos veces al día, así como un baño especial, para lo cual fue renuente en un principio pero que después llegó a amar.
Luego de 8 semanas de tratamiento y dedicación Aasha empezó a lucir como una gran tigresa y ahora le encanta el agua, exige que la rocíen con ella.
Luego conoció a Smugler, un apuesto tigre más grande que ella y esta vez todo es distinto con su compañero
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