Cada padre de familia alguna vez se ha encontrado en la desagradable situación que genera cuando tu hijo quiere decirte algo e interrumpe la conversación que estas manteniendo, es difícil que esto no pase, puesto que los niños siempre están pendientes y quieren participar.
Es por ello, que le contaremos este caso que nos pareció muy adecuado para que de una forma sencilla y agradable acabes como ese problema y sin causar ningún daño a tu hijo.
Esta es la historia;
Estábamos en su casa charlando cuando su hijo de tres años se acercó y quería decirle algo. En vez de interrumpir, él puso su mano en la muñeca de su madre y se dispuso a esperar. En respuesta, y sin tener que dejar de lado la conversación, mi conocida colocó su mano sobre la manita del niño. Luego, cuando ella acabó de hablar, se giró hacia el niño.
El acto parece increíble, el niño solo tuvo que esperar unos segundos hasta que la madre acabara la frase y luego ella dedicó toda su atención durante unos momentos a él.
Esta misma técnica fue usada en varias oportunidades y solo hizo falta la explicación a nuestros hijos y decirle que cuando quiera decir algo, solo debe tocar la muñeca de mamá o papá y en cuanto acabe de hablar, el se dirigirá y prestara toda su atención. Luego del experimento se logró un increíble resultado.
Los niños dejaron de interrumpir y no se acabó la necesidad de usar frases desagradables como; “no interrumpas”, “no te metas en la conversación” o sencillamente “espera”, todo es cuestión de tacto, literalmente.
Espero les sirva a ustedes también este experimento y tengan una mejor conversación con sus hijos y amigos
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