Ella es Sarah Conque, una especialista en terapia recreativa. Sarah cuenta que mientras estaba en la Universidad descubrió que quería ayudar de alguna forma a los niños con discapacidades de Haití.
Así que emprendió su viaje y se fue para allá, al centro médico Infantil Danita, en Haití, partió a cumplir su sueño.
En Enero del 2014, una joven llegó al centro médico con una niña pequeña de 3 meses. Nika presentaba una condición llamada hidranencefalia, que significa que tiene fluido cerebro espinal en el cerebro, lo que hace que su cabeza se hinche.
Nika estaba mal nutrida y necesitaba ayuda médica, pero su mamá la trataba como un “secreto embarazoso” y no sacaba a Nika, por el contrario la escondía.
Ese mismo año Sarah decidió visitar a la mamá de Nika y lo que encontró fue una niña abandonada de 11 meses completamente sola , tirada en un saco de arroz y rodeada de basura. La niña pesaba menos de 3 kilos y mucho de eso, era fluido de su cerebro.
Dado todo eso, Sarah decidió llevársela a un orfanato y convenció a su madre de que lo hiciera y la convenció de que allí estaría mejor cuidada.
El 99% de los bebés no sobreviven al primer año pero, con todo esto, la niña sobrevivió.
Y así, milagro tras milagro, Nika sobrevivía, hasta que en Febrero de 2015, Sarah decidió convertirse en su guardiana permanente y decidió cuidarla para siempre.
Y la pareja de Sarah comparte su misión.
Ahora tiene una familia que la quiere
Después de varias cirugías, Nika ha mejorado bastante
Contra todo pronóstico, Nika lucha por su vida, toda una princesa luchadora
Dos años después de la adopción, Nika vive en Luisiana y tienen a muchas personas que las siguen y rezan por ella.
Comparte la historia de esta valiente luchadora