Este es el caso de Jay Maynor, de 43 años que decidió asesinar a Raymond Earl Brooks en el 2014, una década después de que el agresor y convicto de 59 años de edad fuese liberado de prisión.
Este padre decidió tomar la justicia por sus propias en ausencia de la legal, y mató a tiros al violador de su hija, y por el cual fue sentenciado a 40 años de prisión para salvarla de testificar en la corte.
Esta semana el hombre admitió el asesinato del violador de su hija, a cambio que su hija no tuviese que testificar, según información de los medios locales.
Maynor, quien ahora es madre de 3 hijos y de 24 años e edad fue abusada por Brooks (su medio abuelo paterno) durante varios años hasta los 8 años de edad.
“Mi padre me estaba protegiendo como un padre debe hacer, es un papá asombroso, en realidad es el mejor, nos ama tanto“.
Maynor rechazó valientemente el acuerdo de anonimato sobre el caso, luego de enterarse de que su padre aceptó la culpabilidad ente el tribunal de Alabama, EEUU.
Ella dijo que su padre le disparó a Brooks luego de decirle algo “de ira” sobre el abuso en 2014. Y para ese momento Brooks había estado fuera de la prisión por 10 años después de recibir una condena de 5 años por el caso de Maynor.
También Maynor habría herido a un hombre cuando disparó a un hombre que habría estado abusando de una mujer, pero las balas no le dieron.
Maynor fue condenado a 20 años de prisión por intento de homicidio (en el tiroteo) y 20 años más por el asesinato.
Su hija en una entrevista dice:
“Lo revivo todos los días, tengo dificultades para salir de la cama por la mañana“.
Dice con respecto a Brooks:
“Todavía puedo recordar su olor, lo que es horrible para mí”.
