Un hombre mayor paseaba por las calles, cuando notó que un niño pequeño alimentaba a un perro muy delgado con bolillos de pan, entonces el hombre se acercó al niño y le preguntó ¿por qué hacía eso de compartir su pan con los perros?
El niño respondió sin dudar:
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“Porque ellos no tienen nada. No tienen casa ni familia y si yo no los alimento, morirán.”
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Entonces el hombre siguió diciéndole confuso por su acción:
“Pero hay perros sin hogar por todas partes”, “Así que, tus esfuerzos no harán mucha diferencia.”
El pequeño niño dijo mirando al perrito que tenía a su lado:
“Pero para este perrito, lo que estoy haciendo marca una enorme diferencia.”
Es así como debemos actuar diariamente, quizá no cambiemos el mundo pero si podemos cambiar el mundo de una persona o de un animal, no nos quedemos atados de brazos, eso es lo importante.