Las madres sienten un amor incondicional por sus hijos, y quizás solo ellas puedan explicar el significado del amor maternal, y al mismo tiempo lo natural que resulta sentir una fuerza incondicional para hacer lo que sea por los hijos.
Sin embrago, el caso de Meliah es uno increíble, ella con 101 años cuidó de su hijo por 63 años de su vida, y hoy internet la recuerda como un ejemplo de que ningún sacrificio es demasiado grande mientras exista el amor de madre.
Fue una de las madres más devotas del mundo
El esposo de Meliah murió hace casi 20 años atrás y los hermanos de Abdul fallecieron a una muy corta edad; Meliah y su hijo se tenían solo el uno al otro.
“Desde que era un bebé lo he bañado, alimentado y vestido. Lo cuidaré para siempre. Lo amo y lo único que quiero es estar con él”.
La mujer oriunda de la ciudad de Kampung Bukit Nambua, en malasia, había cuidado a su hijo menor, quien no podía hablar, caminar o llevar una vida normal.
En más de una ocasión, Meliah afirmó que nunca su hijo había sido una molestia y que jamás se arrepentiría de haber dedicado su vida a él.
Afortunadamente esta familia nunca estuvo sola y que ambos tenían el apoyo y cuidado de familiares. La sobrina nieta de Maliah, aseguró que Abdul no podía estar en mejores manos que en las de su madre.
“Se preocupa de llevar a cabo todos los rituales de la vida diaria con mucha responsabilidad. Llama a su hijo cuando es hora de comer o cuando es hora de bañarse”.
El aún extraña el amor y cuidados de su madre.
Esta devota madre murió a los 101 años a causa de una infección respiratoria, y pasó junto a Abdul sus últimas horas, la familia e ambos aún viven y se encargan de Abdul.