Ella es Tippi Degré una joven francesa que creció y fue criada en Namibia, África, y es hija de dos cineastas franceses y fotógrafos de vida silvestre, Alain Degré y Sylvie Robert, esta pequeña paso gran parte de su niñez rodeada de naturaleza y aventura.
Esta pequeña no tuvo una infancia común, su compañía durante sus primeros 10 años fueron animales de la sabana africana y algunas de las tribus en las que vivían.
La historia de esta niña, hoy convertida en una mujer de 24 años, refleja el vivo eco de las aventuras de los personajes del libro de la selva, ya que, su niñez transcurrió, con su “hermano” un elefante, su mejor amigo era un leopardo y su patio trasero era el desierto africano.
La pequeña Tippi estuvo en contacto con algunos de los animales más peligrosos del país e incluso se hizo amiga de los miembros de la tribu Himba, del Kalahari, quienes le enseñaron a sobrevivir a base de raíces y bayas, y hasta le enseñaron a hablar su lengua.
A tan solo pocos meses de nacida, la niña exploraba el terreno africano y el desierto de Namibia, donde se hizo amiga de animales como Abu, un elefante de 28 años de edad. Tippi no tenía miedo y estaba convencia de que todos los animales eran sus amigos.
La niña miraba cara a cara al animal y hablaba con el, convencida de que podía entender sus palabras, a lo que su madre dice:
“Ella parecía comprender la mentalidad de estos animales”. “Además creía que los animales tenían su tamaño y que eran realmente sus amigos”.
Hay fotografías que muestran a Tippi chupándose el dedo junto a Mufasa, un cachorro de león y otras como la de ella en el lomo de un avestruz, feliz y otra acostada junto a un leopardo.
Los agricultores rescatan a animales que se han quedado en su mayoría huérfanos y los crían en casa, aclara Sylvie, la madre de Tippi:
“A veces son mansos o están acostumbrados a los seres humanos, y es por este motivo que Tippi fue capaz de estar tan cerca de ellos.”
Cuando se terminó la aventura africana, a finales del año 1999, la niña durante sus primeros años en su nueva casa, asistió a una escuela normal, pero se sentía diferente a los demás niños, por lo que terminó siendo educada en casa.
Decía sentirse asfixiada por la ausencia de espacio en la ciudad y por las estrechas calles que no la dejaban ver el cielo.
Tippi regresó a Africa para hacer seis documentales para Discovery Channel, también es conocida por la supervisión de los tigres en Fort Boyard, frente a las costas de Francia.
Su madre dice:
“Habíamos vivido con suricatas en el desierto de Kalahari por seis años antes de que naciera Tippi. Lo que teníamos para ofrecerle a un niño era fantástico en comparación con lo que podríamos haber sido capaces de ofrecerle en una ciudad”.
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