Insertarse en el mundo, en una sociedad cada vez más juzgadora es difícil…mucho ruido, egoísmo y dobles intenciones, ¿no?
Existen personas cuyos sentidos tienen alta sensibilidad (Personas con Alta Sensibiidad PAS), que son tanto vulnerables como privilegiados, pues son capaces de sentir o percibir con tal intensidad que pueden entender un abanico de realidades ante ellos, que a muchos se nos escapan.
Pero, ¿qué es en realidad lo que hace que una persona con alta sensibilidad sea de esa manera? ¿Es algo genético? ¿Por qué es que estas personas, a pesar de que disfrutan de su soledad, se sienten profundamente incomprendidos desde que son niños? ¿Por qué es que para ellos, el amor es doloroso, pero a la vez intenso?
Un trabajo llevado a cabo por la Universidad de Stony Brook, publicado el año 2014, se intentó explicar a las particularidades de una persona PAS y de descubrir de qué modo podría diferenciarse su cerebro, de las personas que no lo son o que, al menos, no son tan emocionalmente receptivos.
Los resultados, que fueron trabajados por 6 investigadores, fueron publicados en la revista Brain and Behaviour, y a continuación te contamos sobre lo que descubrieron. De seguro te vas a sorprender.
El cerebro emocional de las Personas con Alta Sensibilidad (PAS)
Según los resultados, se estima que al menos un 20% de la población mundial posee las caraacterísticas básicas que definen la alta sensibilidad. Es habitual que estas personas pasen gran parte de su vida sin saber que son privilegiados de pertenecer a un grupo de personas como esta.
Los resultados, revelaron que las personas PAS, disponen de un cerebro emocional dotado de una gran cantidad de empatía. Son cerebros que están orientados plenamente al ámbito social y a la unión con sus pares.
¿Qué significa esto? Básicamente, los científicos concluyen que los procesos cerebrales de estas personas muestras una sobreexitación anormal en las áreas neuronales relacionadas con las emociones y la interacciones. Se trata de personas que son capaces de decifrar e intuir qué clase de sentimiento está sintiendo quien tienen en frente, pero a la vez esto los hace enfrenarse a un problema muy acongojante:
Estas personas se ven a sí mismos, como diferentes. Saben que el mundo carece de la misma empatía que ellos, por lo que están conscientes del desequilibrio entre su sensibilidad y la de quienes los rodean.
Para llegar a estas conclusiones, se llevaron a cabo diferentes tipos de pruebas, una de ellas fueron las resonancias magnéticas, así pudieron estudiar los cerebros de las personas diagnosticadas como PAS y el de las que no lo eran. Luego, se les expuso a los participantes del estudio, a diferentes estímulos para ver las diferencias en la actividad bioquímica de las diferentes estructuras de su cerebro y los resultados fueron estos:
Las neuronas espejo
Estoy segura de que más de alguna vez, has oído hablar de las neuronas espejo. Estas, cumplen una función social y están presentes sobre todo en los humanos y en los primates. Se sitúan en la corteza frontal inferior del cerebro, muy cercanas a la zona del lenguaje. Se relacionan directamente con la empatía y nuestras habilidades para captar, procesar e interpretar emociones de otros.
En las personas PAS, la actividad de estas neuronas es continua y destacan desde la infancia.
La ínsula
Esta, es una pequeña estructura que se aloja muy profundamente en nuestro cerebro. Se encuentra en la corteza insular y también se le relaciona con el sistema límbico, una estructura básica en nuestras emociones y es ella la que nos aporta esa visión subjetiva e íntima de la realidad.
Los científicos de este estudio, llegaron a llamar a la ínsula, como el asiento de la conciencia, ya que es aquí donde gran parte de nuestros pensamientos, intuiciones, sentimientos y percepciones, se reúnen. Y, como ya has de imaginar, las personas PAS, presentan una extremadamente alta cantidad de actividad bioquímica en esta “mágica” ínsula, en comparación con aquellos que no son tan sensibles ante el mundo.
Otra de las conclusiones de este estudio es que, además de que las personas PAS sean receptivos a estímulos visuales relacionados con otros humanos y sus emociones, también poseen un umbral más bajo a muchos estímulos físicos, como luces intensas o fuertes sonidos, activando incluso a estructuras cerebrales, relacionadas con el dolor. Curioso, muy curioso.
No olvides que las personas PAS, son especiales no por preferencia, si no que porque nacieron así. No dudes compartir esta reveladora nota.