Una pareja de veterinarios pertenecientes al Wildlife Area Research & Rehabilitation Trust (AWARE), organización de Zimbabwe que trabaja asistiendo a los animales en Mana Pools National Park, , hallaron durante sus excursiones a un elefante que presentaba un objeto insólito en su cabeza, ese pobre elefante tenía un disparo en el centro de su cabeza.
Inmediatamente pensaron que se trataba de un elefante que había sido alcanzado por las balas de un cazador, sin embargo, se llevaron una sorpresa muy grande ya que el tipo de bala que extrajeron del cerebro del elefante no concordaba con las más usadas para la caza.
No se tiene certeza de lo que pudo haber sucedido para que dicha bala terminara en el cerebro del elefante, eso sí, los veterinarios lo rescataron mientras patrullaban la zona en una camioneta de asistencia.
El elefante llamad Pretty Boy, salió al encuentro de los veterinarios como si hubiera sabido que necesitaba ayuda. Inmediatamente vieron el agujero en su cabeza y decidieron ayudarlo.
Muy cautelosos se acercaron a Pretty Boy, se ganaron su confianza y luego lo durmieron con un tranquilizante. El elefante se mostraba tranquilo y apacible, probablemente el dolor fuera tan grande que sólo buscaba afanosamente ayuda para calmar su agonía.
En cuanto se durmió los veterinarios comenzaron a examinarlo.
Le hicieron una tomografía y vieron que la bala estaba alojada en el hueso del cerebro.
Midieron la profundidad de la herida y se descubrieron que estaba infectada.
Como si fuera poco la herida secretaba una rara sustancia gris entremezclada con pus y sangre.
El tejido estaba necrótico, por lo que los veterinarios tuvieron que intervenir quirúrgicamente al elefante. Extrajeron fragmentos óseos necróticos de sus senos paranasales.
Del interior de la herida salía un mal olor, propio de la infección que estaba teniendo.
Para suerte de Pretty Boy, lograron extraer todo desde la herida.
La herida se limpió de manera correcta, se le administraron antibióticos y esperaron a que Pretty Boy despertara.
Cuando el elefante despertó, estaba muy aturdido y al parecer tuvo un fuerte dolor de cabeza, ya que se lanzó contra un árbol varias veces.
Todo el grupo de veterinarios estaba consternado al ver a Pretty Boy luchando contra el dolor, no podrían hacer mucho más ya que debían evaluar cómo se iba sintiendo el elefante. Sin embargo, al pasar los minutos el elefante se repuso y continuó su camino.
Continúan muy preocupados por el estado de salud de Pretty Boy y lo han monitorizado desde que se hizo la intervención.
Por suerte el chico es muy fuerte y ya se encuentra mucho mejor.
Y de a poco ha vuelto a su vida normal.
La historia de este elefante es increíble. Comparte con tus amigos su historia.