Los calambres los sufrimos todos, sea temporalmente o muy seguido. Lo cierto es que puede llegar a ser invalidante por el dolor que produce y que nos impide seguir haciendo lo que estábamos haciendo.
Sea la actividad que sea, aparecen repentinamente y nos deja una pequeña molestia cuando se va.
La buena noticia, y que no sabíamos, es que existen formas de prevenirlos y tratarlos a tiempo apenas aparecen.
¿Por qué ocurren los calambres?
Los calambres son espasmos o contracciones musculares e involuntarias. Suelen ser muy dolorosos y durar unos segundos o más.
Los principales motivos por los que aparecen son:
- Por una mala alimentación
- Por deshidratación o alteración en el nivel de las sales minerales
- Por fatiga muscular
- Por estar en la misma posición por mucho tiempo y tensionado
- Por frío, anemia o estrés
¿Cómo evitarlos?
1. Precalentar antes de hacer ejercicios
Al realizar una actividad física, lo primero que debes hacer es un precalentamiento. Con esto evitas someter a mucha tensión al músculo que está relajado. Igual de importante, es ir aumentando la intensidad de la actividad física poco a poco.
También se debería aplicar en cualquier actividad diaria que requiera desgaste muscular; por ejemplo: largas caminatas si vas al trabajo, andar en bicicleta (si es tu medio de transporte) o tener relaciones sexuales, entre otros.
2. Masajear
Si quieres evitar los calambres, por ejemplo, durante las noches, lo ideal es masajear unos minutos los músculos antes de acostarte. Puedes tomar un baño caliente y masajear las piernas con algún aceite esencial indicado para dolores musculares como el romero o el eucalipto. Con los movimientos que haces al masajear, relajas el músculo y evitas que se contraiga, y los aceites mejorar la circulación y tonifican junto con aliviar dolores por cansancio.
3. Hidratarse
La clave ante todo es estar bien hidratado, idealmente con agua. Si no tomas lo suficiente, estás propenso a sufrir los temibles calambres. Esto unido a una buena alimentación que incluya los nutrientes esenciales para el buen funcionamiento del organismo. En este caso, debes tener suficientes reservas de hierro y fibra, así evitas la anemia y ayudas a tus músculos.
De igual forma, debes tener buenos los niveles de magnesio y, para ello, se recomienda el consumo de frutos secos, espinaca, cereales con fibra, etc.
¿Cómo detener un calambre?
Si estás sufriendo de un calambre, puedes detenerlo rápidamente con los siguientes pasos. Recuerda, si te pones nervioso, tensarás más los músculos. Debes respirar profundo y aplicar presión en la zona afectada.
- Masajes: masajea en la dirección contraria de dónde sientas que viene el dolor. Esto estirará gradualmente al músculo, relajándolo.
- Vendas: si puedes, envuelve la zona del calambre con una venda que sea elástica. No aprietes muy fuerte para no inflamar la zona. Esta idea se recomienda sobretodo si estás haciendo ejercicio.
- Acupresión: si es un calambre en la pierna, aprieta el labio superior de tu boca con los dedos índice y pulgar por treinta segundos. Parece mentira pero funciona ya que el cuerpo está rodeado de terminaciones nerviosas interconectadas. Verás cómo se va calmando el dolor.
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