Las cosas en el parque acuático SeaWorldhan seguido extrañas. Nuevamente, ha hecho noticia porque una orca termina con alguna lesión.
Ashley Miller fue a ver un espectáculo en SeaWorld de San Antonio, cuando las cosas se pusieron extrañas. Dos ballenas hermanas eran las protagonistas del show. Las orcas llamadas Sakari y Kamea pensaron que jugar sería el show más divertido que los asistentes podrían disfrutar, por lo que eso fue lo que hicieron. Así mismo, quisieron ir a ver a su madre llamada Takara, quien se encontraba en el otro estanque, separada por una puerta. Obviamente, dentro de este juego, el entrenador pasó a segundo plano, y sus instrucciones fueron totalmente desobedecidas por las traviesas orcas.
El problema de este juego, es que pronto se aburrieron y comenzaron a pelear fuertemente, sin acordarse de que estaban en un estanque y no en el océano. ¿qué hizo el entrenador? Pues solo se dedicó a reírse y a explicar al público que todo era parte de su juego. Sin duda, una buena opción hubiera sido permitir el ingreso de Takara al estanque para que pusiera orden y disciplinara a sus crías.
Así, en este juego extraño las orcas desaparecieron de la superficie del agua y cuando volvieron a salir una de las traviesas ballenas, Sakari, tenia el mentón ensangrentado, para poder disimular el accidente, el entrenador hizo que la orca metiera su cabeza para acariciarle la espalda.
Ashley pudo tomar imágenes, las cuales fueron subidas a las redes sociales, además de comentar que su experiencia fue frustrante y que no se sabe su la sangre había sido por un mordisco o un golpe dentro del tanque, opciones que son absurdas y dolorosas.
En SeaWorld comentaron que el accidente había sido menor y que el comportamiento en las orcas era totalmente natural, pero ¿es así? De acuerdo a los expertos, las ballenas rara vez pelean, por lo que su comportamiento declara un claro síntoma de estrés.
Lamentablemente, este no es un caso aislado, ya que un veterinario de PETA denunció haber visto marcas de dientes en las orcas de SeaWorld y una ex empleada aseguró que normalmente encontraban pedazos de piel en los filtros de agua. Además, en 1989 una orca llamada Kandu se rompió la mandíbula tratando de embestir a una de sus compañeras, muriendo, ya que la fractura le rompió una arteria.
Esperemos que más tristes historias no sean contadas, y no promocionemos el espectáculo animal.
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