En noviembre pasado salió a la venta, Lammily doll, una muñeca que buscaba competir con Barbie, pero de una manera honesta. Pues no era excesivamente delgada como su popular rival, sino que poseía las medidas corporales promedio de una estadounidense de 19 años y hasta venía con adhesivos de estrías, acné y tatuajes. Pero éste ya no el único modelo de muñeca “realista”.
Julia Taube, una madre sueca de 35 años, creó una versión de “barbie” llamada MylDolls, que se escapa del estereotipo usual y que tiene kilos de más, genitales, celulitis y hasta menor estatura.
“Nunca lo había pensado antes, pero, de repente, me di cuenta de que los niños juegan con estas muñecas y me pregunté cómo podía afectarles. ¿Por qué mi hijo tiene que tener muñecos con músculos grandes y mis hijas tienen esas muñecas?”, dijo la mujer al diario británico Daily Mail.
Fue así como decidió experimentar creando muñecas que representan más a la población común y corriente, incluyendo personas bajas, morenas, con sobrepeso, ancianas, y con celulitis.
Además, decidió que “las muñecas tengan genitales, tal y como las personas reales”.
Aunque su idea parece buena, le han hecho algunas críticas. “He recibido algunos comentarios negativos, pero prometo que no voy a obligar a nadie a comprarla, es algo totalmente voluntario”, indicó, añadiendo que sus modelos “tal vez asustan a algunas personas, como el cambio en general lo hace”.
Los estereotipos en estos tiempos son muy marcados y exigentes. La moda y los medios de comunicación en forma subconsciente obligan a que las personas cumplan los modelos marcados, para así ser más bellos o bellas. Pero iniciativas como estas ayudan a que todos abran más los ojos, y se den cuenta que en la diversidad está lo hermoso y lo importante es lo de adentro.
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