Hoy en día un hábito muy común en las personas, es la queja. Este continuo deleite de ver las cosas en forma negativa convierte a las personas en amargadas y pesimistas. Generalmente las personas que hacen eso, buscan constantemente cosas por las cuales quejarse para tener un tema de conversación que finalmente no conduce a ni una solución real. La vida ya es estresante, así que, el quejarse simplemente le añade más dificultad y frustración a las situaciones que estemos viviendo. Este tipo de conductas puede aumentar problemas emocionales e incluso físicos. Aquí te damos algunos pequeños consejos para quejarte menos cada día y ver las cosas positivamente.
Fomenta una actitud positiva.
Esto quizás suena fácil leerlo, pero tal vez no es tan simple para algunos, sin embargo, se puede lograr. Para eso debemos cultivar lo positivo en vez de centrarnos en el problema. Hay que comenzar aceptando que la vida, en sí, es complicada y que ni una persona o situación es “perfecta”. Siempre tener en mente el lado positivo por sobre lo negativo. Como dicen por ahí “ver el vaso medio lleno”. Cuando sientas que no puedes y retrocedes, sigue adelante y recuerda que a todos nos sucedes, no te rindas.
Aprende a adaptarte.
La vida es una continua montaña rusa de cambios. Nadie sabe lo que depara el día a día, nadie sabe cuánto tiempo le queda de vida, o con salud, o con un trabajo. Los cambios siempre vienen, ya sean ahora, mañana, el otro año… llegan. Sin duda, algunos cambios, como las perdidas, son muy tristes, por eso hay que darse el tiempo de un duelo, pero luego seguir adelante. Cuando logramos aceptar lo que nos pasó o la situación empezamos a ver de forma más positivas esos cambios. Piensa en la experiencia como una oportunidad en vez de un obstáculo.
Sé más consciente.
Es imposible cambiar el pasado y menos podemos estar siempre preocupados del futuro. El querer manipular cualquiera de los dos, es inútil, porque escapa de nuestras manos. Por lo tanto quejarnos por “lo que pasó” o lo que “aún no sucede” es un ejercicio sin sentido. Mejor, camina por el presente y haz frente a la situación actual en la que te encuentres. Reemplaza pensamientos negativos por positivos. Piensa en la oportunidad de un nuevo día y todo lo que puedes lograr en él.
Sé asertivo.
Dejar de quejarse no significa dejar de hablar de tus problemas. Solo sé más asertivo en la forma de contar al resto tus necesidades y cómo quieres satisfacerlas. Transmite confianza con cosas tan simples como tu postura, un firme apretón de manos y una mirada a los ojos.
Sé menos crítico.
Esto implica ser menos crítico con los demás pero también contigo mismo. Hay que estar consciente de que todos cometemos errores y la crítica constante solo lleva a la queja. Es bueno siempre querer ser exigente y querer hacer las cosas bien, sin embargo, es imposible tener un control en todas las situaciones, mejor baja el estrés. Haz una lista de tus fortalezas para que construyas mayor confianza, pero de la misma forma que te gusta ver los errores, felicita y felicítate cuando algo bueno sucede.
Sé responsable.
Hazte responsable de tus propios errores… pero no por los de los demás. Respétate a ti mismo, piensa bien de ti y de tus decisiones. Mantente cerca de personas que confíen en ti, y aléjate de aquellos quejumbrosos, mira que escuchar quejas también te afecta a ti.
Sigue adelante.
Los obstáculos de la vida no pueden derrumbarte y evitar que sigas adelante. Siempre van a haber personas o situaciones que te molesten. Sin embargo, no debemos caer en el justificar la negatividad, ya que, es el camino más fácil. Recuerda siempre que la mayoría de los problemas son temporales y totalmente superables.
(Fuente: Life Hack)
¡Cambia tu actitud! Es inútil estar descontento con todo en la vida, porque de todas maneras hay que seguir adelante. La queja es contagiosa y predispone a los demás a quejarse, así que has tu parte para tener un entorno más optimista y feliz, comienza tú siendo positivo y verás cómo tu alrededor cambia.
Comparte cosas positivas, comparte este post con los que lo necesiten.