Bastan cinco minutos de ejercicio al día y podrás estar completamente saludable. La aseveración corresponde al biólogo Johannes Peter Müller, quien ha desarrollado una serie de ejercicios que se pueden practicar en casa, en la playa, en el patio o donde sea. Hay tres niveles, pero siempre debes comenzar por el más fácil y luego ir subiendo.
A continuación te describimos el sistema, para que lo pruebes y nos cuentes cómo te va.
Auto-revisión
Antes de que comiences a hacer cualquier ejercicio, es necesario revisar en qué estado están tus músculos.
El primer método es el siguiente:
- Acuéstate boca abajo, con brazos y pies separados al mismo tiempo.
- Mete tu ombligo hacia adentro, tensando los músculos del abdomen, arqueando la espalda y levanta el pecho.
- Mantén la posición al menos por un minuto.
Este es otro método para determinar el estado de tus músculos:
- Ponte a cuatro patas, de forma que tus piernas formen ángulos rectos (90°).
- Mira en frente de ti y, estirando el cuello, estira también el brazo izquierdo y la pierna derecha (o viceversa) hacia adelante y hacia atrás respectivamente. Mantén el equilibrio durante al menos un minuto.
Si alguno de estos ejercicios te resultó difícil de completar, vale la pena pensar en fortalecer tus músculos.
Ejercicio 1: inclinaciones laterales
Pon tus pies juntos, cierra tus puños e inclina el cuerpo de un lado al otro. Siempre que tu torso vaya hacia la derecha, estira tu brazo izquierdo hacia arriba.
Luego, debes repetir lo anterior:
- Con los brazos a lo largo de tu cuerpo
- Con tus brazos estirados hacia arriba y tus dedos entrelazados
Repite estos ejercicios siempre con los pies separados a la anchura de tus hombros.
Ejercicio 2: Elevación de piernas dobladas
Levanta y baja tus piernas de manera rápida y alternada, doblando las rodillas lo más pegadas al pecho que te sea posible, sin que te inclines hacia arriba. La punta de tu pie debe estar apuntando hacia abajo.
Lleva la parte inferior de tu pierna alternadamente hacia atrás intentando tocar los glúteos con los talones. Al mismo tiempo, la parte superior de tu rodilla se mantiene vertical e inmóvil.
Cuando inhales, haz varios movimientos rápidos y fuertes usando un pie, como si golpearas un balón de fútbol. Al exhalar, haz lo mismo con el otro pie.
Ejercicio 3: sentadillas profundas
Pon tus pies separados a la anchura de tus hombros y baja los brazos. Lentamente, estira los brazos hacia adelante hasta llegar al nivel de los hombros y haz una sentadilla. Mientras la hagas, tus pies nunca deben despegarse del suelo.
Luego haz una sentadilla con los pies juntos y los talones despegados del piso. Finaliza con una sentadilla profunda, pero en una sola pierna.
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