A todos les encanta tener un buen olor, ya que, es un toque que te ayuda a marcar tu presencia como algo distinguido y, por qué no, coqueto. Pero, muchas veces, los mejores perfumes son aquellos más caros y para poder comprar uno, tienes que endeudarte, pagarlo en cuotas y lo único que no quieres es que te vendan una vil imitación diciéndote que es auténtico.
ENVASE
Lo primero que debes hacer es mirar detenidamente la caja del producto. Revisa y LEE bien el nombre, ya que los piratas suelen cambiar o eliminar letras de éste. Cuando el perfume que crees tener en tus manos es de origen francés, no dirá “perfume”, sino “parfum“. Date el tiempo de tomar el peso y poner atención a la calidad del material de la caja y si ésta deja qué desear, ya sabrás que es una imitación. De igual manera, lee todos los datos: fecha de caducidad, país de fabricación, composición y la cantidad.
Diseño adicional del envase
Todos los envases de los buenos productos están pensados para cuidar su contenido. Revisa bien que existan estas protecciones, porque en cualquier perfume original, éstas son obligatorias.
El celofán
Si pensaste que la clave de un perfume original y uno falso estaba sólo en su aroma, estás equivocado. Como ya viste, el envase es de suma importancia y el celofán, como parte de este empaque, también lo es. Un buen envoltorio tiene su propio cuerpo y pliegues perfectos que se adhieren con precisión al cartón.
Etiquetado y otras marcas
Un buen consejo es usar tu teléfono para leer el código de barras y revisar que coincida con el lugar de producción, aunque no es lo único que debes mirar con detención. También es bueno tener en cuenta que todos los fabricantes están obligados a rotular los ingredientes de los productos cosméticos (sí, los perfumes también) y, si no los tienen escritos en la caja, incluirá el símbolo de un libro indicando que los tiene detallados en el interior. Otro dato importante es que tenga impreso el número de lote y seguimiento, además de un signo de reciclaje claro y entendible.
La tapa del frasco
Una tapa genuina es perfectamente simétrica (a menos que el diseño sea, evidentemente, lo contrario) y lisa para encajar con el frasco. Antes de ir a comprar el perfume, investiga en el sitio del fabricante el material del qué está hecha.
Frasco y color del perfume
Como en la tapa, el frasco es liso y calza perfectamente con su tapón. Es de una pieza -porque así evitan la contaminación de cualquier pegamento-. Pasa la mano por los bordes revisando que no haya relieves e imperfecciones. Fíjate en el largo del tubo dispensador, ya que en las falsificaciones éste suele ser más largo que lo necesario.
Con respecto al color, como todos los perfumes son diferentes, lo mejor es que revises el sitio del fabricante antes de ir a por el tuyo. ¡Y ya estás listo! Con estos simples datos y pasos podrás reconocer si están a punto de engañarte o si estas frente a un perfume real.
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