Mientras crecemos, ciertas situaciones o circunstancias, hacen que poco a poco formemos creencias que estamos dispuestos a defender con todo lo que tenemos. Lo que se supone, es que tu familia esté a tu lado apoyándote paso a paso, pero desgraciadamente no siempre es así.
A un chico de 23 años, llamado Shaygam Newman, le sucedió y su devoción por los animales, terminó dejándolo sin familia y sin un lugar para vivir.
Shaygam, comenzó a rescatar perros de la calle cuando apenas era un niño, a los 10 años de edad, donde vivía con su familia en la Ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Pero, a su familia no le gustaba convivir con animales, por lo que optaron por echarlos de casa, y al niño también, cuando era apenas un adolescente.
Claro está, que este chico no cuenta con los recursos económicos para poder hacerse cargo de todos, pero hace que su modo de vivir sea lo más humilde posible, para así poder seguir ayudando a sus amigos. También, recibe donaciones de su comunidad, con las cuales puede darles alimentos a los animales.
Shaygam, se ha convertido en una especie de inspiración para muchos jóvenes de su área y cada fin de semana, los jóvenes acuden a él y lo ayudan a pasear o juegan con los animales.
Él mismo explica que el barrio en el que viven, tiene como mayor problemática las pandillas así que por lo menos los chicos de distraen de ese ambiente con los animales, invirtiendo su tiempo en una actividad sana y productiva.
Además de tener “su propio refugio”, es voluntario en una organización dedicada a rescatar y esterilizar a los animales de la Ciudad del Cabo.
Quizás perdió a su familia pero él cree que valió la pena, en todo sentido. Se siente mucho más pleno y feliz con su familia peluda, ello sí están para apoyarlo, siempre.