Muchos, probablemente solo reconocen al increíble Keanu Reeves, por ser el protagonista de la trilogía Matrix, pero este actor de origen libanés, comenzó su carrera hace ya más de 30 años, por lo que lo más seguro, es que todos lo hayamos visto en alguna serie o película, al menos.
Keanu, es un hombre muy exitoso y actualmente, es reconocido en todo el mundo, sin embargo, su vida personal ha estado marcada por múltiples tragedias y las tristezas más grandes que un hombre puede experimentar.
Pero esto no ha sido impedimento para que él intente llevar una vida feliz, en la que deja entrever que su vida es muy simple y él es muy caritativo…
Para Que Entiendas Un Poco Sobre Su Historia, Primero Te Cuento Que Su Infancia Fue Marcada Por El Abandono De Su Padre, Quien Se Fue De Casa Cuando El Joven Reeves, Tenía Solo 3 Años De Edad. Luego De Eso, Se Mantuvieron En Contacto Hasta Que Tuvo 6 Años, Pero Luego Nunca Más Lo Vio.
Él, Sí Que Ha Sufrido Increíbles Penas. La Primera, Es Que Antes De Que El Actor Cumpliera 30 Años, Perdió A Su Mejor Amigo, El Actor River Phoenix, Quien Pereció A Causa De Una Sobredosis.
Un Par De Años Después, Conoció A La Mujer Que Será Su Esposa, Jennifer Syme, Quien Quedó Embarazada, Pero Perdió Al Bebé Un Mes Antes De Que Este Naciera, Lo Que Causó La Separación De Ambos.
Sin Embargo, Siguieron En Contacto, Siendo Muy Buenos Amigos, Pero La Tragedia Aún No Los Dejaba, Pues Solo Unos Meses Después, Ella Fue La Que Falleció En Un Accidente De Tráfico, Dejando A Reeves, Solo Una Vez Más.
Pero, A Pesar De Todo Este Dolor, El Actor Sigue Siendo Una Persona Feliz, Quien Ha Aprendido A Salir Adelante. Vive De Una Manera Muy Simple Y Se Preocupa De Hacer Caridad Cada Vez Que Puede. Luego Del Éxito De Matrix, Donó Más De La Mitad De Sus Ganancias Al Equipo Que Trabajó En Las Películas Y A Cualquiera Que Lo Necesite, Siempre Le Dona Dinero.
También, Financia Todo El Tratamiento De Una De Sus Hermanas Que Sufre De Leucemia Y Dona Dinero A Hospitales Y Centros De Investigación Del Cáncer. Y, Como Si Fuera Poco, A Cada Sitio Que Va, Se Preocupa De Hacerlo En Metro, Y Cede El Asiento, Cada Vez Que Tiene Que Hacerlo.
Sin duda, sus penas le han enseñado a vivir una vida sin mayores lujos y preocupándose realmente de las cosas que sí importan.
¡Comparte esta nota, es genial!