Una pareja de República Dominicana intentaba hacer crecer su familia, tratando por todos los medios poder concebir el retoño que tanto deseaban. Al no tener resultados exitosos, el doctor les recomendó que se sometieran a un tratamiento de fertilidad muy común, y así lo hicieron. El tratamiento tuvo tanto éxito, y la pareja feliz anhelaba con ansias la llegada del pequeño. Pero lo que en un principio era solo alegrías, pronto se convirtió en algo más.
A los pocos meses de embarazo, la mujer fue sometida a un ultrasonido. En este pudieron percatarse que no era un retoño el que vendría a la vida, sino que eran 6 pequeños quienes crecían dentro del vientre de la madre, todos sanos y esperando por conocer el mundo.
Aracely, la feliz madre no podía sentirse más plena con esta noticia “los que sean, siempre y cuando estén sanitos”, decía. Pero el padre no compartía la misma dicha que su esposa. Y así día a día el agobio que sentía fue creciendo, puesto que alimentar, vestir, criar y educar a 6 pequeños no era una tarea fácil y él lo sabía muy bien, hasta que llegó un día en que no aguantó más y tomó la decisión más cobarde que un padre puede tomar: empacó un par de cosas y se marchó, abandonando así a su mujer embarazada y a sus 6 pequeños que estaban por nacer.
Aracely en un principio se preocupó pensando que le podía haber pasado algo malo, pero al darse cuenta que solo se había marchado por temor a hacerse cargo de los pequeños, dejó toda preocupación de lado, poniendo atención solo a sus pequeños que venían en camino.
Y así pasaron los meses hasta que el día del parto llegó, donde nacieron 6 hermosos y saludables pequeños, quienes han sido la mayor bendición de Aracely. “Aunque hemos tenido muchas dificultades, nunca me he rendido y siempre he luchado para sacar a mis hijos adelante. De mi marido ya ni me acuerdo, no lo necesitamos, si él quiso abandonarnos a nuestra suerte pues que le vaya bien, yo soy feliz con mis hijos y eso es lo que importa”, comenta la feliz madre, quien a falta de un esposo valiente, ha recibido la ayuda tanto de las autoridades, como de sus vecinos. Así pudo cambiar una casa de madera en una de las zonas marginales del país a una nueva casa donde los pequeños pueden tener todas las comodidades que necesitan.
Sin duda, esta mujer es un ejemplo de maternidad, saliendo adelante sola con sus 6 hijos y luchando cada día para que no les falte nada.
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