Por diferentes razones, los gorilas del Parque Nacional de los Volcanes en Ruanda, llevan una vida bastante solitaria. Están al borde de la extinción, ya que sólo quedan 880 gorilas de la montaña en el mundo; por eso esta noticia es tan relevante.
La protagonista de esta historia es una gorila hembra de la montaña llamada Isaro, una joven mamá de 16 años de edad. Hace algún tiempo se encontraba desaparecida en el bosque, lo cual era una mala noticia.
Por ello, los rastreadores de la organización “Dian Fossey Gorilla Fund International”, grupo que se dedica a la vigilancia de los gorilas, estaban muy preocupados por no poder hallarla. Después de días de intensa búsqueda tuvieron un avistamiento un poco extraño. Ella estaba amamantando a un par de gemelos.
El tímido grupo de gorilas no suele permitir que los investigadores observen algunos destellos de sus vidas, aunque en esta ocasión la orgullosa mamá gorila no evitó que el mundo conociera a sus gemelos.
Viendo con mucha atención la fotografía se puede observar que lleva a sus bebés entre sus brazos.
Isaro vive en el Parque Nacional de los Volcanes de Ruando con otros 480 gorilas solitarios.
Quizás pienses que 480 es un número bastante grande, sin embargo, no son más de 880 gorilas de montaña en todo el planeta. Los primates gigantes casi se han extinguido aunque todavía hay esperanzas.
Los gorilas de montaña son muy protectores con sus crías recién nacidas, ya que a veces no sobreviven más allá de un año de edad. Afortunadamente Isaro tiene experiencia en la crianza, ya que tiene dos hijos, uno de 3 y otro de 6 años de edad.
Normalmente estos animales no aceptan ayuda de otros miembros de su grupo cuando sus bebés están tan pequeños, pero en las fotografías se aprecia que Isaro permite al hermano mayor, Icyororo, echar un vistazo más de cerca de sus hermanos pequeños.
Todo el equipo de veterinarios e investigadores piensa que Isaro está haciendo un trabajo increíble con los bebés recién nacidos. Los gemelos son del mismo tamaño, lo que significa que los está alimentando equitativamente.
Los bebés también han comenzado a desarrollar los rasgos típicos de un gorila de montaña, por ejemplo la parte superior de sus cabezas comienza a llenarse con densar coronas de pelo rizado.
El equipo de investigación también ha comentado que los gemelos son uno de los tres casos registrados y que han sobrevivido entre toda la población de gorilas de montaña. La situación de Isaro es única.
“El nacimiento de los gemelos, en muchos sentidos, es un regalo”, dijo Verónica Vecellio, gerente del programa en la fundación Fossey. “En primer lugar, por la belleza pura de la naturaleza, y por el otro, para recordarnos lo vulnerable y preciosos que son los gorilas”.
Sin dudas la historia de esta gorila y sus bebés nos da esperanza para el futuro del planeta. Comparte esta historia con tus amigos.
