Jessie Tendayi, es una mujer de Zimbawe que trabaja desde hace 8 años en un hospital infantil de Chicago, Estados Unidos, como asistente del servicio de comida. Muchos, ya la conocen en su trabajo por ser uno de los pocos empleados que cubren horas extras sin interponer mayores quejas ante ello, pero la razón por la que lo hace, dejó finalmente a todos con la boca abierta y los ojos llenos de lágrimas.
La mujer, nunca pudo tener hijos por su cuenta, por lo que cuida a los niños internados como si fueran de ella. Así es que como meses, todo el dinero que ganaba en sus horas extras, lo utilizó para comprar más de 1000 juguetes, los que guardaba en un cuarto del hospital en el que trabaja, al que pocos tenían acceso.
En total, gastó más de 5000 dólares en juguetes, para regalarles un poco de felicidad a estos pequeños.
Es que son pocos, casi ningunos los que hacen un esfuerzo tan grande como el que hizo Jessie por estos niños, convirtiéndola en un ejemplo para todos nosotros.
Como recompensa esta mujer, siente el aprecio de los niños y de todos los familiares de los pequeños, convirtiéndola parte de una gran y hermosa familia.
Esto es algo realmente hermoso y que sin dudas, vale la pena ser compartido, ¿no crees?