Hay muchos tipos de personas en este mundo, unos viven deportes extremos como una forma de sentirse vivos y libres y por el contrario otros prefieren una viuda más tranquila con cosas más “simples” pero que también llenan sus vidas.
Werner Freund es un ejemplo claro de este estilo de vida, probablemente el fue mucho más allá de lo peligroso, ni los más atrevidos estarían dispuestos a hacer lo que este hombre hizo.
La mayor parte de las personas le tiene miedo a los lobos y aunque en algunos casos puede ser exagerado, también es cierto que puede ser comprensible. Estos perros grandes generalmente se reúnen en grupos grandes y cazan en manada, normalmente tienen respeto a las personas y no las atacan, rara vez se dan casos de ataque hacia personas y es probable que si se da, la persona atravesó el territorio de los lobos.
Por otra parte a los medios les encanta informar sobre estos ataques cuando estos ocurren y generalmente esto fomenta el miedo hacia ellos.
Werner Freund es una de las personas que se ha dedicado a combatir estos estereotipos sobre los lobos y lo ha hecho con su propio ejemplo, este hombre ha vivido casi 40 años con estos animales.
Werner nació en Alemania en 1933, trabajó en un zoológico y también como soldado profesional, luego entró a formar parte de la manada tras ser aceptado y respetado por ellos mismos, cosa que se gano.
No fue tarea fácil, para ganarse el respeto y la seguridad, tuvo que ganarse el puesto de macho alfa, el estaba a cargo dentro de la manada.
Puede parecer extraño pero tuvo que adaptarse a ellos, debía acercarse a la comida antes que cualquiera para enseñar su dominio. En el mundo de los lobos nadie come antes del macho alfa y eso significa que Werner debía comer carne de animales cazados.
Este hombre dirigía el parque de lobos en Merzig que Alemania estableció en el año 1972; este es un refugio y un lugar para lobos siberianos, árticos, europeos, canadienses y mongolos que todos sienten como su hogar. La mayoría de estos animales fueron criados por el propio Werner, el cuido a más de 70 lobos en los 40 años que vivió con ellos.
Desafortunadamente Werner murió en el 2014 por una enfermedad desconocida pero su trabajo quedo para la historia y aún perdura en el día.
Este hombre carente de ese miedo aterrador, los vio con otros ojos y nos enseño otra visión sobre los lobos y nos enseña que son animales como cualquier otro que se merecen un gran respeto. Gracias a todo eso este hombre se merece un gran homenaje.
¿Tú que opinas sobre los lobos?
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