Imposible de olvidar, el fue el actor que encarnó al Superman original, cuando los efectos especiales no eran tan especiales, todos lo recordamos cariñosamente ya que crecimos viendo a Superman en este personaje.
Quizá también recuerdes el accidente que Reeves sufrió en 1995 mientras participaba en un concurso de equitación con salto de obstáculos en Virginia.
Reeve caería del caballo, fracturándose vértebras cervicales que afectaron su medula espinal, desde aquel horrible momento, el actor perdió toda la movilidad y su capacidad de respirar por sí mismo.
En esos duros momentos, su esposa Dana, fue fundamental para él, y se convirtió en su gran apoyo para superar y sobreponerse a la nueva ida que le esperaba.
Reeve fundó la organización benéfica Christopher Reeves and Dana Reeves Foundation, que se encargaba del cultivo de células madres para ayudar a personas parapléjicas y tetrapléjicas como él.
Pero lamentablemente sus músculos no dejaban de atrofiarse y sufrió una gran infección debido a las escaras de su cuerpo, lo cual lo llevó a una sepsis, y poco después en el 2004, Reeves moriría a los 52 años, a consecuencia de un paro cardíaco provocado por uno e los medicamentos recetados para la sepsis.
La desgracia no acabaría para esta familia, ya que, Dana quien había asumido la presidencia de la fundación, fue diagnosticada con cáncer de pulmón, a pesar de no ser consumidora, y tan solo 17 meses después de la muerte de su esposo, Dana moriría los 44 años.
Reeve era y sigue siendo una inspiración y ejemplo de superación para muchos en su situación, a pesar de su condición no se detuvo en el compromiso social que tenía hacia los demás.
Esta labor sigue latente en su hijo William Reeve, quien apenas era un adolescente cuando sus padres murieron.
William Reeve, de 24 años, en el 2015 participó en una maratón a beneficio de la organización de sus padres, y desde entonces, el joven ha dedicado gran parte de su vida a preservar el legado que ellos le dejaron.
“No creo que en aquel momento, durante mi infancia, fuera consciente de todo lo que me transmitieron mis padres, pero ahora miro hacia atrás y me vienen a la mente ciertos momentos específicos que significan mucho para mí. Tomemos, por ejemplo, el ‘sacrificio’ que tenía que hacer mi padre para abrir regalos con su familia la mañana de Navidad, o Dana equilibrando el arte de una madre trabajadora, así como una esposa y una persona vital para mi padre. Mi padre me enseñó a montar en bici simplemente diciéndome cómo tenía que hacerlo. El poder de esa conexión se mantiene conmigo como algo altamente inspirador“.
El joven siente una gran responsabilidad con sus padres y seguidores, y siente que debe seguir lo que sus padres comenzaron:
“El legado de mis padres es muy importante para mí porque significa mucho para el mundo en general y para mi familia. No queremos que nada de lo que hicieron o lo que representaban se desvanezca, porque su trabajo es importante“.
En esa maratón en Nueva York William quiso recaudar 35.000 dólares para la organización:
“Me di cuenta de que esto es para algo mucho más grande que yo. Es para millones de personas en todo el mundo afectadas de parálisis, que no pueden correr una maratón y que harían cualquier cosa por llegar a la línea de meta y terminar la carrera. También estoy encantado de honrar a mis padres, y sé que ellos estarían orgullosos de mí por hacer esto“.