Cada vez que viajamos, es normal encontrarnos con cosas, lugares y problemas que no estaban registrados dentro de la guía de viajes. Emplazamiento en las calles, algún monumento en reconstrucción o desvíos en la calle por mantención son algo típico en las capitales de países turísticos.
Europa, el viejo continente, uno de los lugares preferidos por los turistas y más visitados, no solo por su atractivo histórico, sino también por su atractivo arquitectónico. En este último punto, dentro de Europa tenemos mucho que ver y admirar en países populares como Italia, España y Francia, así como también es normal varios de los problemas mencionados anteriormente.
Sin embargo, el país que se ha situado en uno de los más bellos para visitar es la Republica Checa, principalmente su capital Praga. La hermosa ciudad situada en el corazón mismo de Europa parece haber salido de un cuento medieval por su arquitectura antigua llena de magia y de historia, la cual te transporta automáticamente a siglos atrás, pese a que igualmente puedes llegar a encontrarte los problemas de todas las capitales.
Y así es, dentro del barrio más antiguo de la capital checa, llamado Mala Strana (Barrio Pequeño), es donde podemos encontrar una calle muy particular, la llamada Vinarna Certovka. Su particularidad radica, no sólo en su tamaño, teniendo solo 50 cms de ancho (algunos dicen que son 70 cm) y una longitud de 10 metros, sino que también se ha convertido en la novedad y uno de los lugares que hay que ver dentro de la ciudad.
La calle esta situada entre varias residencias cercanas al Puente Carlos, componiéndose de una escalinata de piedra que une la calle Luziecleho con el restaurant Certovka, al borde del canal llamado por el mismo nombre.
Ya que la calle es tan estrecha, es imposible que dos personas la crucen al mismo tiempo, por ello han dispuesto de un semáforo de tránsito de peatones, con el fin de indicar en que momento poder cruzar sin chocar de frente con quien venga en el sentido opuesto, aunque obviamente, los turistas son quien cruzan, mayormente, la afamada calle, pulsando animadamente el botón del semáforo para tomarse las mejores fotografías, por ende no toman muy en serio el semáforo y terminan encontrándose en medio del camino con otra persona de frente.
El dueño del restaurante Certovka, comenta que varios turistas han chocado de frente, incluso en una oportunidad un turista alemán muy corpulento quedó atascado en medio de la calle: “No podía ir hacia delante ni hacia detrás. Tratamos de empujarle para sacarlo, pero nuestros esfuerzos fueron en vano. Al final tuvimos que utilizar jabón para que se deslizase con mayor facilidad, sin hacerle daño“, Recuerda.
Así que ya lo sabes, si estas planeando visitar Europa para tus próximas vacaciones, no dejes de visitar esta Bella ciudad, y si te animas a cruzar este estrecho callejón, recuerda hacerle caso al semáforo, así evitarás darte de bruces con quien venga en sentido opuesto a ti.
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