Los humanos somos capaces de grandes cosas, tanto buenas como malas, y al parecer ambas compiten todos los días, entre las cosas malas siempre hay un humano que puede dar la cara y cambiar el giro de la historia.
Así pasa con los animales, muchos son víctimas de maltratos inexplicables, Y Joe es uno de estos casos, pasó sus últimos 25 años encerrado en un agujero infernal.
Aproximadamente hace 2 semanas atrás, los trabajadores de Fundación Amigos de la Vida Salvaje de Tailandia (Wildlife Friends Foundation Thailand) recibieron un correo electrónico anónimo con una fotografía y una dirección.
En el correo mencionaba a un macaco que vivia allí en condiciones deplorables y que no llevaba poco tiempo en el mismo lugar.
La WFFT no esperaba lo que verían ese día.
En el lugar se encontraron a Joe, encerrado en una especie de jaula entre dos casas, la pequeña cárcel media unos 70x80x80, y el macaco no tenía ningún cuenco para comida ni agua y estaba rodeado de excremento y basura.
Por ser un barrio pequeño no tardaron en encontrar a su “dueño” y según la versión del hombre, había intentando donarlo al zoológico pero estos le habrían pedido 100 dólares dinero que no tenía.
Esto sucedió en 1991 y desde entonces el macaco ha sobrevivido con lo que la gente le daba al acercarse, comida y agua.
Por el pequeño espacio en el que estaba, Joe tenía los músculos atrofiados, apenas podía sostenerse en pie, pero en el refugio ya se encargan de eso.
En la última actualización, vemos a Joe ya trepando las barreras y aunque no tiene la destreza de uno criado en libertad, poco a poco avanza.