Nadie tiene asegurada la vida y hay tragedias inevitables que llegan sin avisar y no hay más remedio que aceptarlas. Las enfermedades no distinguen color, edad, raza o clase social cuando llegan a atacar. Esta madre sabe sobre eso… nadie la preparó para tener que despedirse en tan poco tiempo de su amada hija. Una cruda historia real que lamentablemente se repite muchas veces alrededor del mundo.
Estas son Savannah y su hija Hannah. Savannah es una madre joven de 19 años, y la pequeña y dulce niña tiene 4.
Las 2 son un equipo maravilloso. Hannah adora y admira realmente a su mamá y su deseo es ser como ella.
Pero de repente un día todo cambió de golpe sorpresivamente. Savannah se sintió muy mal, mareada y con muchas nauseas rápidamente se dirigió al médico. Y en un instante llegó el shock que cayó sobre ella como un golpe devastador, los médicos le dijeron: Que tenía un cáncer de ovarios en su 4 etapa imposible de sanar.
A la joven madre solo le quedaban unas pocas semanas en el mundo para disfrutar con su pequeña hijita. Ella moriría muy pronto. Fue un sorpresivo y duro golpe del destino que jamás esperó. Y sobre todo para su hijita.
Savannah sabía que la muerte le llegaría pronto y solo quería entregarle a su hija todo el amor que fuera posible. Pasaron un tiempo increíble juntas, que Hannah recordará por siempre. El último deseo que la niña de 4 años le pidió a su madre fue: Una vez viajar juntas a Disneyland.
Pero lamentablemente no tenían el dinero suficiente para hacerlo. Necesitaban unos 10000 dólares, pero no había nadie que pudiera ayudarles con algo de esta cantidad. Así que a Savannah se le ocurrió la idea de organizar una acción para recolectar fondos en internet. Pero no tenía idea de lo que conseguiría con esto. La gente estaba tan conmovida con la historia de la joven madre que pronto moriría y que solo estaba preocupada porque su hija pudiera cumplir su deseo al lado de su madre en sus últimos días que logró recaudar unos 13.000 dólares.
Y así pues, vivirá Hannah el resto de su vida sin su madre, recordando con profundo amor y cariño todos los momentos que juntas pasaron. Momentos de amor, felicidad, pero también recordando de la triste mirada de su madre y su dulce voz. Y por supuesto su viaje juntas a Disneyland en el que tan felices fueron.
Savannah siempre estará ahí para su hija Hannah. Ella preparó especialmente tarjetas de felicitación para cada uno de sus cumpleaños. Para su boda. Para cada uno de los momentos especiales en lo que le hubiera gustado estar al lado de su amada y única hijita. Hannah seguramente debe sentir en cada día que su madre aún está con ella, debido al fuerte amor que le entregó en vida. Algo que nunca podrá olvidar.
Es muy fuerte cuando una pequeña niña pierde a una persona tan importante, como la madre. Pero a la vez es admirable como ellas supieron aprovechar el poco tiempo que les quedaba como un regalo y aprovechar de despedirse. Sin duda, esta fuerte madre usó el tiempo, para obsequiarle a su hija un valioso regalo que quedará grabado profundamente en sus recuerdos.
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