Ashlee Martinson, a sus 18 años fue condenada por el brutal asesinato de su madre y padrastro a 23 años en la cárcel. La chica también conocida como “Vamphick” por el sobrenombre que usaba al escribir en su blog del horror, le disparó al hombre y acuchillo a su madre un total de 30 veces y luego escapó a Wisconsin con su novio.
Durante el juicio, se admitía que había sido terriblemente maltratada por su familia, pero que debió haber encontrado “fuerza interna” para no matarlos.
Sus hermanastras declararon el abuso sufrido a manos de Thomas Ayers de 37 años. Una de las cosas que cuentan, es que en una ocasión ahorcó a uno de los perros de la casa, lo tiró contra la pared, le disparó y se lo dio a comer a un oso.
Y de acuerdo a registros de la corte, Martinson había sido abusada por los ex novios de su madre, desde que tenía 9 años.
La mayor defensora de Thomas fue su hermana, Sandy Rumore, quien alegó que Martinson trataba de no tomar responsabilidad por el asesinato , pero bajo presión tuvo que admitir que no hablaba con él desde hace 15 años.
En los registros de la corte, describen que el día del crimen, Martinson había discutido con sus padres, a causa de que le prohibieran salir con su novio por ser mayor de edad (22 años). Martinson sacó una de las pistolas de Ayers e intentó suicidarse. Todo dio un giro cuando Ayers apareció y comenzó a golpear su puerta violentamente para saber que estaba haciendo.
Martinson le disparó una vez, posteriormente apareció su madre y comenzó a gritarle con un cuchillo en la mano. Las mujeres forcejearon y Martinson acabó acuchillándola 30 veces con “considerable fuerza”. Regresó a su cuarto y le disparó a Ayers una vez más. Finalmente encerró a sus hermanos con mucha agua y comida en una habitación para demorar la llegada de la policía, y se fue a Wisconsin con su novio.
Entre todas las informaciones, destacaron que Ayers, tenía una historia criminal que incluía abuso doméstico, asalto, amenazas, secuestro e intento de abuso sexual a una menor. Tenía prohibido portar armas.
Y sin embargo, la policía encontró un verdadero arsenal en su casa.
Ashlee Martinson dio su primera declaración a Crime Watch Daily porque quería contarle a sus hermanos exactamente lo que pasó. En ella reveló que no recuerda todo lo que hizo, pero no se arrepiente, y aún más, está feliz en la cárcel.
“Estoy feliz. Sé que suena demente, pero siento que soy libre. Puedo despertar sabiendo que estoy a salvo”.
Ashlee Martinson dentro de la cárcel terminó la secundaria siendo una de las primeras en su familia en lograrlo y es muy probable que logre una verdadera rehabilitación, a diferencia de muchos otros.
¿Qué te parece la historia de esta chica? ¿Qué hubieses hecho tu en su caso?
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