Una mujer residente de Gandía, España compró una propiedad que resultó ser inexistente. En ese momento decidió hacer valer sus derechos y logró embargar a Bankia, quien se negaba a devolverle el dinero pagado.
La mujer compró la casa que supuestamente la empresa Bankia, en ese entonces su bando de confianza y financiera de la obra, debía hacer realidad. Pero pasaron años y no se ejecutó ningún proyecto.
Al no ver resultados sobre la vivienda pagado la mujer solicitó la devolución del dinero que había pagado hasta la fecha. Sin embargo, la entidad bancaria se negó a devolverlo.
“Es como si usted compara un coche y, después de pagar, se negaran a entregárselo o devolverle el dinero. Lo que viene siendo una auténtica estafa”, afirmó la mujer.
Ante tal injusticia no dio ni un paso atrás y los denunció ante el juzgado proponiendo el embargo por impago. Tal cual lo haría el banco si los clientes se atrasan o no pagan las cuotas hipotecarias o los préstamos.
El tribunal le dio la razón y condenó a Bankia procediendo al embargo de sus cuentas para satisfacer la deuda.
“Acuerdo:
– Requerir al ejecutado BANKIA SA, a fin de que, en el plazo de DIEZ DÍAS, manifiesten relación de bienes y derechos suficientes para cubrir la cuantía de la ejecución, (…) podrá ser sancionado por desobediencia grave (…) en caso de que no presente la relación o excluya bienes propios susceptibles de embargo (…).
– El embargo de los bienes propiedad de la ejecutada, designados por el ejecutante, en concreto Saldos en cuentas de entidades bancarias adheridas al concierto con el CGPJ (…).”
Finalmente se hizo justicia y la mujer ganó el juicio. La entidad financiera claramente nunca se imaginó lo que ella podría llegar a hacer pero ahora simplemente le queda acatar la decisión del juez.
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