El baile del colegio es uno de los días más esperados por las adolescentes y jóvenes. Es el día en que pueden convertirse en princesas, bailar y disfrutar con sus amigos, por lo que muchos jóvenes lo esperan durante todo el año.
Catherine Malatesta es una adolescente de 16 años, quien como todas las otras jóvenes ansiaba que llegara su baile del colegio, pero lamentablemente no tenia la seguridad de poder disfrutar de ese especial día.
Todo comenzó meses antes, cuando comenzó a tener un dolor en su hombro. Al ser una adolescente activa que practicaba varios deportes, pensó que el dolor era nada más que una lesión, pero al continuar su dolor, decidió ver a un doctor.
En diciembre de 2014, Catherine fue diagnosticada con un sarcoma epitelioide, un raro tipo de cáncer que afecta solo a una persona en 10 millones. Desafortunadamente, cuando el cáncer fue descubierto, la adolescente ya tenia metástasis desparramado en su columna y pulmones.
A pesar de tratamientos de quimioterapia, radiación e inmunoterapia, Catherine se mantenía con una actitud positiva y asistía al colegio cuando podía. De hecho, la menor quería continuar siendo activa en su colegio, por lo que se presentó para ser parte del centro de alumnos, por lo que grabó su discurso desde el hospital y gracias a su fuerza y actitud pudo ganar las elecciones. Así pasaron muchos meses, entre hospitalizaciones, tratamientos y medicinas.
Cuando llegó el día del baile el día 29 de mayo, los doctores le habían autorizado salir una noche antes desde el hospital. Catherine solo deseaba sentirse como una adolescente normal, nuevamente, aunque solo fuera por un día.
“Ella se giró hacia mi y dijo ‘mamá, por primera vez en mucho tiempo me siento de verdad hermosa” Cuenta la madre de Catherine, Jennifer Goodwin, entre lágrimas “Fue un momento adorable y yo estaba tan feliz de que pudiera sentirse así por un día. Fue especial, una noche especial para todos nosotros”
Y sin duda que lo fue… Catherine lució su bello vestido azul, comprado para la ocasión. Su cita la pasó a buscar para llevarla a la fiesta, obsequiándole el moño que había comprado especialmente para ella. Todo fue normal esa noche, como si el cáncer nunca hubiera existido.
Días después de su fiesta, la pequeña fue internada en el Hospital para niños de Boston. Falleció solo dos meses después, el 2 de Agosto.
Luego de que Catherine muriera, su madre invitó a sus amigas mas cercanas, para que pudieran tomar lo que quisieran de la pieza de Catherine y tuvieran un recuerdo con ellas. Las niñas estaban en eso, cuando vieron colgado en el armario, el hermoso vestido azul que Catherine había usado un par de meses antes, con el que brillaba y lucia tan hermosa. Las cuatro amigas decidieron que ese vestido sería de las 4 e inspiradas en el libro “la hermandad del pantalón viajero” Jessica bautizó el grupo de las amigas de su hija como “La hermandad del vestido de graduación viajero”.
La primera en usar el vestido fue Jillian Danton, quien se conoció con Catherine en las clases de hockey y hockey sobre hielo. Como Jillian era un año menor que Catherine, la nombraba como su hermana mayor.
“Definitivamente la sentí conmigo todo el tiempo y fue una experiencia que no cambiaría por nada en el mundo” comenta Jill, “es un recuerdo extra de ella que quiero mantener”
Mientras tanto, Jessica, la madre de Catherine cuenta que ella se conforma sabiendo que su hija será recordada a través del vestido y todo lo que las amigas de su amiga tienen de Cathe. “Para un padre que ha perdido un hijo, la parte más dura es que piensas que la gente se olvidará de ellos”, Comenta “es importante para el padre mantener el espíritu del hijo vivo. El hecho de que este grupo de chicas quiera hacerlo por ellas mismas, me ayuda a sufrir para después poder continuar”
Al igual que como el libro, el grupo de amigas se compone por chicas de diferentes tallas y contexturas físicas. Un sastre es el encargado que el vestido les quepa a cada una, por lo que todas usarán el vestido en sus próximos bailes.
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