Ella es Fifi, una osa blanca que había pasado toda su vida en un encierro deplorable, tras las rejas de un zoológico, además fue explotada como objeto de diversión, maltratada y humillada por mucho tiempo, ante los ojos de los humanos que acudían a verla.
Sin embargo, este terrible lugar no tuvo éxito y luego de 20 años cerró sus puertas, pero al hacerlo no liberaron como debían a Fifi, la dejaron en una pequeña jaula, mal alimentada y, adicionalmente jamás trataron sus problemas de artritis.
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Finalmente, luego de 10 años y de grandes esfuerzos por parte de Peta, Fifi pudo ser liberada.
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