A medida que pasa el tiempo, vamos adquiriendo cada vez más nuestra propia personalidad. No queremos ser igual a nuestro hermano, papá o a nuestra mamá, pero aunque luchemos con eso, hay cosas entre familia que son innegables. Más allá de la parte psicológica hay rastros físicos que no podemos negar, y es que siempre seremos iguales con la familia. Y eso fue lo que quiso representar el fotógrafo Ulric Collette. Sus fotografías son pedazos de imágenes entre familiares y nos demuestra que a veces nos parecemos más a la familia de lo que pensamos.
Padre e hija.

Hermanos.

Padre e hija.

Hermanas.

Gemelos.

Padre e hija.

Hermanos.

Hermana y Hermano.

Madre e hija.

Primos.

Padre e hija.

Hermanas.

Gemelas.

Madre e hija.

(Fuente: nolocreo.com)
De una forma u otra es bello como siempre estamos atados a la familia. Así es como la naturaleza quiso que fuera, y por más que lo neguemos la sangre llama y los rasgos son difíciles de negar. Cuando piensas que no te pareces en nada a tu mamá o a algún primo o tía, haz el intento de juntar ambas caras, quizás te lleves una sorpresa.
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