Laso, un hombre de 55 años que ha estado viviendo en las calles y durmiendo en cajeros de la cuidad de Barcelona. Hace dos meses que este profesor de inglés nacido en Hungría y que hoy vaga como indigente ha trabajado en los mejores hoteles del mundo.
Pero ¿cómo fue que un profesional de la educación pasó de trabajar en los mejores hoteles a vivir en las calles de un país que no es el suyo?. Este hombre, cuyo nombre real no es revelado por petición de él, cuenta que después de pasar una temporada prestando servicios como camarero en Lloret del Mar, le ofrecieron un trabajo en Bilbao con una muy buena paga por pintar pisos, a lo que aceptó. Allí trabajó cerca de dos meses, pero el sueldo nunca llegó. “Me estafaron y, lo peor, gasté allí todo lo que había ganado en verano pagando la pensión, la comida y el transporte hasta los pisos que pintaba”.
Contando el poco dinero que le quedaba, se puso como objetivo el llegar a Barcelona para trabajar con turistas. Lamentablemente, al llegar a la Capital catalana se dio cuenta que su deseo no podría ser alcanzado.
Así fue como terminó durmiendo en las calles frías de Barcelona. “La primera noche que intentas dormir en un cajero automático te das cuenta de cómo la vida pueda castigar, yo había dormido en hoteles de cinco estrellas y ahora los hacía sobre unos cartones en la calle” Comenta el docente. “En realidad no duermes, estas estirado pero tu cabeza ya no funciona con normalidad, no recuerdas las cosas, no funcionas y así día tras día”
Cuenta que aveces le daban un trabajo por algo de comida en uno que otro restaurante repartiendo flayers. Su orgullo le impide pedir limosnas, por ese motivo es que se las rebusca para conseguir un trabajo, vender pañuelos, etc.
En una de esas caminatas próximas a la plaza España, fue cuando conoció a Diego Bernal, un motociclista de 22 años, quien según Laso, se ha convertido en su ángel de la guarda. “Llevaba días viéndole, era un indigente peculiar por que no se acercaba a los coches si nadie le reclamaba, un día le llamé para ofrecerle dinero a cambio de nada” afirma Diego. Al no recibir el dinero, el joven decidió invitarle un café, donde pudieron entablar conversación y supo lo que Laso estaba viviendo: “me contó su historia y pensé que podría ayudarle” asegura el joven.
En esas conversaciones con Diego, Laso le confesó que necesita €200 para poder comprar un ticket de avión y llegar a Londre, donde tiene conocidos que pueden darle trabajo en el hotel Savoy. Puesto que no acepta prestamos ni limosnas, el joven ideó un plan para poder financiar el pasaje del profesor, el cual esta dejando ver sus primeros frutos.
El docente no solo habla inglés y húngaro fluído, también rumano, francés y español, por esto es que Diego pensó que podría dar clases de idiomas a €7 la hora. Así es como ya tiene dos alumnas a quienes enseña en basres cercanos al parque Miró. Su metodología esta enfocada en conversaciones y escritura, y es así como varios otros se han interesado en aprender idiomas extranjeros con Laso.
En unas semanas, Laso espera estar en Londres y poder trabajar para enviarle dinero a su madre de 85 años, quien vive en una residencia debido a su alzheimer avanzado. Pese a que seguirá durmiendo en algun cajero de la ciudad, puesto que no le gustan los albergues, tiene la esperanza de que muy pronto estos dos últimos meses no serán mas que un mal recuerdo.
Asi podemos ver muchos docentes y profesionales, quienes como este profesor, han tenido una vida dura y han terminado viviendo en las calles. Esperamos que Laso cumpla su anhelado deseo.
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