Hay campañas que marcan a las personas y causan un impacto social tan fuerte que es difícil de olvidar. La compañía de cosméticos LUSH, quería lograr eso, así que realizó una campaña con una acción muy particular en contra de la experimentación de cosméticos en animales. Para llevarla a cabo, recurrieron a drásticas medidas en el pleno centro de Londres. Las imágenes impresionan al grado de sentir deseos de gritar de la repulsión.
Lo que los transeúntes que pasaron por ese lugar presenciaron, no puede ser descrito con palabras. Una joven mujer con un traje entero de color piel, fue amarrada y amordazada, quedando completamente indefensa.
Entonces fue alimentada a la fuerza hasta vomitar y empezar a tener dificultades para respirar. Jacqueline Trade de 24 años, era la actriz principal de una drástica y chocante representación de las prácticas que se hacen al experimentar con animales.
A continuación, Jacqueline fue impregnada con productos químicos que irritan las membranas mucosas de los ojos. Él pánico y el dolor podían sentirse en el rostro de la joven activista que no estaba actuando en absoluto en aquellos momentos, pues en la demostración ella quería ser llevada hasta el límite de la tolerancia. Pero todo estaba lejos de terminar…
Pero el momento más intenso de la demostración, fue cuando llegó el turno de rapar la cabeza de Jacqueline. Y ésta parte de la representación no fue lamentablemente ciencia-ficción. Los animales no tienen elección, así mismo la activista estuvo a favor de llevar todo hasta el límite para hacerlo lo más veraz posible y quedarse calva.
La valerosa chica, tuvo que aguantar todo en el máximo silencio, al igual que los millares de animales en el mundo utilizados para experimentos diarios de esta clase.
Un gran número de personas que transitaban por el lugar, se detuvieron para ver la representación que fue todo un éxito al lograr llamar masivamente la atención de las personas para que se dieran cuenta de la dimensión de la práctica. Los reporteros y periodistas que estaban en el lugar, no conseguían creer lo que estaban viendo. Poco a poco, la gente se dio cuenta que se trataba de un acto en contra de los experimentos con animales.
La impresionante campaña de LUSH, cuyos cosméticos no son probados en animales se esparció rápidamente en el mundo como un virus siendo vista por millones de personas.
Muchas personas que no tenían ni idea de lo que sufren los pobres animales cuando son utilizados para estas pruebas cosméticas, ahora saben a qué nivel llega esa cruel práctica gracias a lo que esta joven chica se sometió y pudimos ver en estas imágenes.
Lamentablemente los experimentos con animales son hoy en día una cruel y brutal práctica que no se ha podido detener. Depende cada uno que hagamos nuestra parte al no preferir productos que hayan sido testeados de esta forma en animales. Es impactante pero real.
Comparte por esto sin excepción para que muchos conozcan estas prácticas.